Parte 17 - ENOJO

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CAPITULO 17

ENOJO

Se sentaron en los sillones que estaban frente a la silla principal donde se sentaba el padre de ella.

General Jarjayes.- Bueno, para qué me han reunido, de qué desean conversar.

Oscar.- Bueno padre, yo estoy aquí con Axel para decirte que me voy a casar con él

General Jarjayes.- Pero eso esta con condiciones recuerda.

Fersen.- Si, lo sé pero mire la mano de su hija.

El general miró la mano de ella y vio el anillo, al igual que en la mano de él otro anillo.

General Jarjayes.- Asi, que te adelantaste, miren aún no tienen mucho tiempo de relación.

Oscar.- Pero padre, ya tenemos 1 mes.

General Jarjayes.- Un mes no es nada, y cuidado con hacer tonterías.

Oscar.- Bueno, está bien, era lo que te quería decir.

General Jarjayes.- Está bien

Fersen.- General, con su permiso, nos retiramos.

Salieron de allí, Oscar estaba muy decepcionada de su padre, pensaba que la iba a felicitar o algo así, pero la trató fríamente, se fueron a la sala, Fersen se dio cuenta de eso y la abrazó, sintió que ella estaba a punto de llorar.

Fersen.- Ya mi amor, tu padre aún no me acepta, me he dado cuenta, por favor, dale tiempo.

Oscar.- Yo pensé que me iba a decir algo bueno o me felicitaría.

Fersen.- Bueno, ya sabes como él.

Oscar.- En eso tienes razón, él siempre es frío.

Fersen.- Bueno mi vida, ya me retiro, no deseo incomodarte más con tu padre, y ya nos vemos mañana si.

Oscar.- Si mi amor, nos vemos.

Se dieron un ligero beso y Fersen se fue a su mansión.

Justo después llegó André.

Oscar.- André, donde estabas.

André.- Por ahí haciendo tiempo hasta que lleguen.

Oscar.- Si, gracias.

André.- Sabes lo que han estado diciendo de él.

Oscar.- No me interesa lo que dicen, son solo mentiras.

André.- Y de la cabaña que era su escondite para sus variadas citas.

Oscar.- Eh! De donde escuchaste eso.

André.- Lo oí de unas mujeres en palacio.

Oscar.- Ah ya.

André.- Vamos a cenar Oscar, ya es muy tarde.

Oscar.- No, iré a dormir, no deseo cenar.

André.- Que descanses.

El vio cómo ella se notaba furiosa, había logrado su cometido, fue buena idea seguirlos y de paso escuchar lo que decían, pensó que con eso Oscar se iba a enojar con su "noviecito" y por fin lo vería a él. No tenía pierde con ese plan.

Mientras tanto en el dormitorio de Oscar.

Ella estaba muy enojada, porque le mintió, y ella confiaba ciegamente en él. Pero ya conversaran y se aclarará eso. Aun no pierde las esperanzas, ya que él se porta como un caballero, a pesar de que si hubiese querido hubiera estado con ella, como se dicen de él, que es un mujeriego, pero no, hasta se dio la molestia de comprarle un aro de compromiso para ella. Y ella miraba su anillo, es precioso, nunca nadie le había hecho un regalo así, se emocionaba al verlo.

Y así se durmió pensando en su regalo de compromiso.

Al otro día se despertó con hambre, desayunó muy bien y con André salieron al palacio de Versailles.

Oscar.- André viste a mi padre hoy.

André.- No, debió salir muy temprano.

Oscar.- Ah ya, solo preguntaba. Y André, una advertencia, dedícate solo a tu trabajo y no estés chismoseando con las mujeres de palacio, entendido.

André.- Oh Oscar, no estés celosa, por ti no hablaré con ninguna mujer, te lo prometo.

Oscar.- No digas tonterías, además eres muy chismoso y no quiero que cuentes nada mío.

André.-Pero si yo no cuento nada.

Oscar.- No seas mentiroso, bueno ya llegamos, ahora por conversador te quedarás con la guardia, me han dicho que necesitan ayuda y tu apoyarás allí.

André.- Claro Oscar, lo que tu dígas.

Oscar se fue a su puesto en el palacio, como siempre evitaba ver a María Antonieta, pero se encontró con alguien que no veía desde la famosa fiesta.

Oscar.- Conde de Mercy, qué gusto volverlo a ver después de tiempo.

Conde de Mercy.- Comandante Oscar, si, el gusto es mío, como estás, me dijeron que estabas en una relación con el conde Fersen. Me alegro mucho por ti.

Oscar.- Muchas gracias, conde de Mercy, si, solo le cuento a usted, ya tenemos un mes.

Conde de Mercy.- Oh me da mucho gusto, pero, dime lo que veo en tu mano es un anillo de compromiso.

Oscar (sonrojada, se había olvidado quitárselo).- Si, conde, así es Fersen me entregó ayer.

Conde de Mercy.- Oh Lady Oscar, me sorprende mucho, y la felicito por eso, se nota que están enamorados.

Oscar.- Pues si.

Conde de Mercy.- Bueno Lady Oscar, tengo que reunirme con María Antonieta, me retiro y suerte.

Oscar.- Cuídese y muchas gracias por sus buenos deseos.

Se retiró y ella volvió a su puesto, vigilando palacio, le llamó la atención ver a alguien que corría, y la siguió. Se había ido a las caballerizas, donde la vio conversando con un guardia y éste le entregaba una bolsa, le pareció extraño, ya se iba a acercar hasta que este guardia conversaba con André y se daban la mano. Ya no hizo nada y volvió a su puesto.

Y sin otro incidente pasó la tarde. Al salir se encontró con Fersen que la esperaba a la salida.

Fersen.- Hola mi vida, nos vamos

Oscar.- Hola Axel, si vamos.

Fersen.- Mi amor, te noto distante, qué sucede, dime.

Oscar.- Si te lo diré pero más adelante, puede ser en la cabaña.

Ellos no se daban cuenta, pero había alguien que los estaba vigilando, al ver a Oscar enojada, se alegró mucho, y regresó, ya miraría si llegaba ese sueco con una marca en la cara de una cachetada o quizás un labio partido.

Fersen.- Hemos llegado, pasa por favor, siéntate para conversar, después si deseas te llevaré a un sitio que te encantará.

Oscar.- Así como a mí, cuantas conquistas has traído y llevado a donde iremos, porque me han dicho que tu traías siempre aquí a tus conquistas.

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¿Huy que pasará?

Muchas gracias por sus vistas y sus comentarios

Nos vemos muy pronto, cuídense mucho.

Un gran abrazo virtual.

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