Sueños

Capítulo 3

Narra Tarisa

Llegue a mi casa bastante preocupada, mis pies pedían a gritos descansar, mis manos jugaba nerviosa con las puntas de mi cabello, mi cuerpo temblaba «Debí dejarla molestar me solo a mi, no debí golpiarla... Pero lo hice para defender Majorie»

—Hola cariño—Hablo la voz de mi madre desde la cocina—¿Qué tal tú día aparte de pelearte con esa señorita?—

Me tense ante esa directa, mi padre se hacerco tocando mi cabeza, moviendo mi cabellera

—Seguro peleaste por una buena razón, pero recuerda que eres una niña, te pudiste lastimar, considerando el peso de esa chica—me sonrió pero de inmediato esa sonrisa se borro—¿Por que vueles a batido de fresa?—

—B-bueno yo ¡gha! S-solo quería a-ayudar a M-majorie—respindi agachando la cabeza

—Oh corazón ven con mami, te prepare un café como te gusta—me acerqué lentamente me acosté en las piernas de mi mamá, quien peinaba mi cabellos—descansa cielo, mañana tendrás que levantarte temprano para bañarte—mi padre se acercó para tocar mi nariz y hacer un pequeño "pup" para luego ir a la cocina con dos tazas una para mi mamá y otra para él.

Se centro en el sofá individual y se puso a leer su periódico dejando su taza en la mesa del centro, fui cerrando mis ojos tratando de relajarme, cosa que logre al suave rocé de las manos de mi mamá en mi cabello también conocido como piojito.

...

Fui abriendo los ojos, estaba sentada frente una mesa redonda con un mantel blanco que lo cubría completo, el lugar era enorme, no tenia techo dejando ver el cielo, cada columna estaba iluminada eran de color blanco y dejaban ver claramente que estaban conectadas por pasillos, cada pared y columna tenían telas blancasconectadas por adornos florales de jasintos blancos, rosas blancas, rojas y lilas, cada esquina contaba con un masetero marrón del mismo color de la madera que decoraba el suelo, en las maderas estaban mis flores favoritas girasoles, estaba apunto de pararme pero unas manos me tomaron mi muñeca, volte a ver era... Crisbell la volte a ver entre abriendo la boca.

—Tarisa... Lindo nombre —me sonrió, la mire llegaba guantes blancos hasta los codos decorados por costuras de flores negras, un vestido azul bastante grande y esponjado, no sabría decir hasta donde llega, sin mangas escotado, estaba peinada en un chongo algo desarreglado con pequeñas piedras adornalonde dispersas en su melena negra

—Crisbell tampoco suena mal—volvi a mi asiento, mire mis manos los que cuales eran guantes que apenas alcanzaban mis muñecas adornada las orillas de color dorado traía un vestido verde bastante claro de mangas largas pero abierto por la espalda un poco y un poco escotado, toque mi pelo, el cual estaba a media coleta de igual manera algo desordenada y adornada por una piedrilla en el centro, la cual no puede ver la forma

—Tranquila también te vez bien —me sonrió de lado

—Gracias Crisbell—se levanto para caminar a lado mío, se agacho un poco coloco un brazo tras suyo

—Danza conmigo—me miro a los ojos y asenti estiro su mano, no dude en tomarla.

Puso su mano izquierda en mi espalda, su mano derecha con mi mano izquierda, puse mi mano sobrante en su hombro, solo nos miramos a los ojos, sus encantadores ojos azules me miraban y no estaba nerviosa, estábamos bailando en el éxtasis puro del amor, entre sueños, sueños que nos unían en la realidad, suspirabamos y respirabamos pasión en ese momento, en sus ojos azules vi mi reflejo y ella vio su reflejo en mis ojos, poco a poco nos juntamos volviendo eso un beso, un beso que demostraba nuestra pasión y no pude resistir, acepte gustosa ese beso en donde nos juntábamos de manera inconsciente.