2

7.6K 1.1K 724
                                    

Sin lealtad a ti mismo

El regaño de la madre de Jungkook al ver todo su uniforme lleno de café, no se hizo esperar. Le dijo que era un completo inútil y que ahora por culpa de esa mancha, debería comprar otro pantalón de uniforme.

Jungkook subió las escaleras que daban a su habitación, pero pasó directamente al baño para lanzar el pantalón, los bóxer rojos y la camisa blanca del uniforme al lavarropas, aprovechó que su toalla y las sábanas de su cama estaban para lavar y encendió el aparato. Luego siguió hasta su cuarto y se lanzó a la cama desarmada. Su colchón estaba duro y nuevo, prácticamente había sido apenas estrenado.

Se quitó el barbijo y lo lanzó a su mesa de luz, luego tanteó con la mano la libreta que usaba como diario secreto y con una lapicera de color negro comenzó a escribir las cosas que le habían pasado ese día.

Jungkook tenía la costumbre de llevar un registro de todas las cosas que le hacían y que le decían, su psicólogo se lo había pedido para ayudar a liberar su estrés, pero no había conseguido resultados muy óptimos a lo largo de los años.

El chico de cabellos negros y ojos celestes como el cielo, escribió sobre la incesante lluvia que caía ese día, de la humedad que le perforada los huesos de la espalda y las palabrotas que le dijeron aquel día. Escribió en mayúsculas "INTENTARON MANCHAR MI LIBRO" y subrayó aquello con rotulador rojo entre un rectángulo sumamente prolijo. Luego siguió redactando sobre sus granos en la cara y las cicatrices que nunca se irían. También describió con sumo detalle el encuentro que había tenido con aquel chico en el baño: escribió lo incómodo que se sintió al ver la personificación de la belleza y la perfección frente a él.

Esos ojos dorados... Eran preciosos.

Los ojos dorados de Taehyung eran el sol que adornaba los ojos azul cielo de Jungkook, solo que él aún no era consciente de ello.

. . .

Al día siguiente, el joven Jeon de dieciséis años, tuvo suerte de encontrar la librería de la escuela abierta y para él solo. Allí se encargaban de vender los artículos escolares como bolígrafos, lápices, acrílicos, cuadernos rayados y cuadriculados, mochilas y también los uniformes escolares. Así que aprovechando la soledad del lugar, compró (gastando la mitad de su mesada) unos pantalones nuevos, de una talla más grande porque incluso los otros le quedaban apretados.

Corrió al baño del piso planta baja y se cambió sus jeans negros por el pantalón azul uniformado. La tela nueva se sentía como una caricia para sus piernas, y su parte baja también le agradecía un talle más grande, de esa forma no le apretaba y no marcaría tanto ese lindo bulto que cargaba entre las piernas.

La escuela se empezaba a llenar de a poco, pues el día después de esa pesada lluvia, estaba tétrico y más húmedo que el anterior: por supuesto que muchos estudiantes se quedarían en casa a pasar la mañana durmiendo como unos osos.

Jungkook se bajó el barbijo de la nariz para poder respirar; aborrecía llevar ese grueso barbijo de tela negra y pesada en su cara, pero era lo único que podía hacer para que no se le vieran los granos, ni la cara en absoluto. Era tan feo que ni él mismo soportaba verse a veces.

Pero la realidad era que Jungkook siempre fue hermoso, solo que él veía en su reflejo lo que los demás le decían. Él no veía a ese chico de cabellos negros y sedosos de ojos celestes matadores y barbilla definida y afilada. No, él veía a Jungkook granos feos y labios paspados, eso era todo lo que veía. Porque eso, según sus compañeros, era lo único que el mundo vería de él.

An Ugly Boy! Kissed A Boy -Tk ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora