Osomatsu-san × Lectora | Osomatsu-san おそ松さん One-Shot's

5#;; [Parte 1] [花吐き病] - Osomatsu

Tuve que dividirlo en dos partes por que estaba siendo muy largo <'3

¡Disfruten!

━━━━━━━━━━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙━━━━━━━━━━━━

El bullicio, el sonido de las miles de máquinas de juegos y también algunas groserías era de lo que más se oía en aquel lugar de juegos de apuestas.

Era otro intento de muchos; jugar, estar al borde de la victoria, y fracasar exitosamente. Era la misma sensación desesperante de frustración de siempre, y una chispa de enojo se prendía dentro suyo.

-Ah...! -se quejó por lo bajo el de cabellera negra. -Otra vez perdí... y me quedé sin dinero. -de nada servía compartir en voz alta su fracaso, pero él lo hacía de todas formas.

A su lado, vio a una señorita, aparentemente de su edad, bastante atractiva, eh de admitir. Jugaba con destreza y suma concentración a una réplica de la misma máquina que había intentado vencer hace unos momentos.

-Maldita sea... -expresaba, aún con la mirada fija en su objetivo. A sus ojos, parecía ser buena. Pero no lo suficiente, puesto que cayó en una rotunda derrota.

Murmuró un insulto sacando su billetera del bolso que traía, con la esperanza de tener dinero para comprar otra ficha, no quería irse con las manos vacías, no ésta vez, sin embargo, había quedado con los bolsillos vacíos, ¿Cuanto se había gastado en esos absurdos y adictivos juegos? Ni ella lo sabía, a veces, sólo se dejaba llevar.

El muchacho de ojos negros se perdió en su mente observando con atención los movimientos de la contraria, cosa que llamó la atención de ésta, no obstante, no hizo nada al respecto.

Cuando estaba por hablarle, salió de su pequeño trance volviendo a la realidad y dándose cuenta de que ella ya no estaba ahí. Viendo la situación, salió del local con frustración, quejándose todo el camino a casa.

[...]

Dos semanas después...

Éste día sentía que sería diferente, una sensación de victoria lo invadió al entrar al pachinko. Una sonrisa ganadora se pinto en su rostro de sólo imaginar la cantidad de dinero que llevaría a casa esa noche, se estaba ilusionando.

Iba a paso seguro a uno de los juegos que solía apostar, pero algo curioso apareció frente a sus ojos; ¿No es esa la chica del otro día?, pensó.

Pasó por detrás suyo, viendo disimuladamente como iba en su duelo contra la máquina. No quería hacer que perdiera la concentración, asía que pasó de ella e insertó la ficha que había comprado de ante mano y la insertó en su respectivo agujero.

A pesar de que jugó lo mejor que podía y dio todo de sí, sus esperanzas se habían hecho trizas. Lloraba internamente, lo había intento ya varias veces pero ninguna de ellas había dado al blanco.

Rascó su cabeza con desesperación, luego, sus penas fueron interrumpidas por el sonido de su peor pesadilla provenientes de la máquina a su lado, ella estaba a punto de perder, el tiempo se le agotaba y estaba entrando en pánico, aun así, mantenía la compostura.

Se acercó un poco a observar la partida. No fueron más de cinco segundos los que trató desesperadamente de no perder, pero fue en vano.

-Es mala...-esas atrevidas y rebeldes palabras salieron en un susurro no muy bajo por lo cual, la chica lo escuchó.

Volteó a verlo con indignación, logró reconocerlo al examinarlo mejor.

-¿Disculpa? -le contestó con algo de irritación, no dijo ni una palabra, tardó en darse cuenta de lo que había dicho, se sintió un poco arrepentido. -Por lo que veo, tu tampoco eres muy bueno. -enfrentó, señalando con la mirada el juego del chico con la pantalla aún indicando un "game over".