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8#;; [El hombre azul y su melodía de la Locura/♬] - Karamatsu

"Los sacrificios humanos de Alicia" (Parte 2)

Songfic 2/20

Notas;

–Para poder entender lo escrito a continuación, se debe (o recomiendo) leer la parte anterior.

–Como dije antes, Ésto es más un Karamatsu y Rayita, que un 'x' Rayita xd (creo, ah ;v;)
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Luego de ver como aquellas enredaderas de espinas y hojas se tragaran a la profundidad del bosque a Osomatsu, trató de buscar la espada que con la que la estaba persiguiendo, nunca se sabe, pero lo más probable es que sí le sea util. Para su mala suerte, no se encontraba por ningun lado.

No le quedó otra que seguir su camino, a lo lejos se notaba un pequeño pueblo, tal vez allí podrían ayudarla y encontrar a la pobre alma la cual fue condenada a vivir en ese lugar para complacer los deseos de ese extraño "sueño".

Debía apresurarse si no quería ser encontrada por los guardias de la reina.

[...]

Llegó hasta donde se podía notar que era la "entrada" al pueblo, de lejos, no parecía ser más que un par de casas y negocios, pero se trataba de casi una pequeña ciudad, sus esperanza de tal vez encontrar a la segunda "Alicia" había caído un poco.

Todo parecía ser "normal", personas caminando por la vereda hecha de tierra, otras saliendo de locales, madres cuidando de sus hijos, señoras chismosas...

—Ese jóven canta muy bien, escuché que la reina lo había llamado al Palacio. —escuchó una de esas conversaciones, provenía de 2 mujeres de la tercera edad sentadas en un banco cerca de allí.

—En unos minutos está por dar un espectáculo en la plaza, deberíamos ir a apreciarlo. —dijo una se las señoras levantándose. No le prestó más atención a lo que decían, pero una idea cruzó su mente, "Si ese chico es tan popular, tal vez vaya mucha gente a escucharlo, existe la posibilidad de que la siguiente 'Alicia' se encuentre allí". Dicha su brillante idea, se encaminó por donde iban las mujeres, al parecer si era bastante famoso, por lo que pudo notar que mucha gente iba a esa dirección.

[...]

No tardó mucho en llegar a esa gran plaza. Había una gran muchedumbre al rededor, parecían todos impacientes por la aparición del joven cantante.

De puntitas, trató de ver lo que se encontraba en el medio, pero su baja altura no la beneficiaba en nada, así que optó por pasar entre medio de las personas para poder quedar lo más cerca del frente posible, pidiendo disculpas por los empujones a la gente que trataba de sobrepasar.

Ahí estaba, en primera fila esperando que el chico pelinegro se volteara y empezara a cantar. Muchos aplausos y gritos de emoción dejaban un poco aturdida a nuestra protagonista.

Una nota alta hizo, dándose la vuelta dejando al público ver su rostro, era Karamatsu, su amigo y colega de trabajo. No pudo evitar sorprenderse, estaba estupefacta y rogaba por que él no sea la siguiente víctima del sueño.

A pesar de su bella voz, la estaba forzando mucho para llegar a esa escala, se notaba un poco por la expresión que trataba de disimular, se estaba desgarrando las cuerdas vocales.