Osomatsu-san × Lectora | Osomatsu-san おそ松さん One-Shot's

(🌠) - [Parte 2] [花吐き病] - Osomatsu

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No pasó mucho tiempo desde que a Osomatsu lo habían dado de alta, ya se encontraba en casa reposando, los resultados de los análisis aún no llegaban, por lo que no se sabía si lo que tenía podía llegar a ser contagioso y por precaución, mantenía cierta distancia con su familia en casa.

Una noche de madrugada. Se levantó por que sentía un horrible dolor en el pecho y unas inmensas ganas de vomitar. Estaba mareado y confundido, creía que estaba mejorando pero era todo lo contrario. Iba paso lento, tambaleando y luchando por mantenerse en pie. Los muebles y las paredes eran su soporte en ese momento. Era muy tarde, así que trató de hacer el menor ruido posible para no alarmar a su familia. 

A duras penas, logró llegar al baño y abrir la manija para entrar y conteniendo el vómito que lo sentía atorado en su garganta. Abrió desesperado la puerta y se sentó en el piso frente al inodoro, listo para expulsar de su organismo lo que sea que le estaba perjudicando. 

Sintió un leve alivio dentro de sí al ya haber expulsado todo por el retrete, literalmente. Pero mientras lo hacía, no era una sensación común la que sintió. No era el típico vómito asqueroso que te dejaba un muy mal sabor de boca. 

—¿Pero qué...? —logró pronunciar, al entrar no había tenido la oportunidad de prender la luz, pero cuando lo hizo, vaya sorpresa se llevó al encontrar pétalos de flores ensangrentados flotando en el retrete

Se quedó perplejo observando lo que claramente había salido de sí, en  un acto de reflejo, puso una de sus manos en su garganta. Trataba de convencerse de que todo podía ser sólo un sueño muy raro.

—¿Cómo es ésto posible?, yo no pude vomitar eso pero... lo único que hay son pétalos con sangre. —pensaba en una forma de encontrarle sentido a lo que estaba pasando. Revisó a los costados del retrete, tal vez había vomitado fuera y no se dio cuenta, pero no.

Regresó a la habitación para acostarse en el futón. Quería pensar bien en lo que acababa de pasar, y tal vez, despertar mañana y que todo sea un sueño.

[...]

Los días pasaban, y levantarse todas las noches a altas horas sólo para seguir vomitando más y más sangre y pétalos, se volvió algo de todos los días. Pero, su condición empeoraba, lo fingía lo más posible pero con el tiempo era innegable que sus hermanos se darían cuenta. Bien dice el dicho que no puedes tapar el sol con un dedo.

El nini mayor, bajó las escaleras para darle los buenos días a su familia.

—Buenos días a todos...—notó que el ambiente estaba tenso, algo que lo alertó e incomodó.

—Osomatsu, tenemos que hablar...—el tono de inusual de seriedad que usó Karamatsuy sus palabras lo asustaron, temía que ya lo habrían descubierto.

 —¿So-sobre qué? —trataba de actuar tranquilo ante esta situación, pero los nervios y miedos era algo casi incontrolable para él.

Los hermanos se miraron entre sí, dudosos de proseguir con el tema y decidiendo quién sería el que dijese esas palabras.

—Verás, eh... —el nini rosa trataba de buscar las palabras correctas.

—La otra noche... encontramos pétalos y sangre en el inodoro y también varias servilletas con lo mismo... —"¿Cómo? pero si yo tiré la cadena junto con el papel!" , sus ojos se agrandaron de sorpresa.