Osomatsu-san × Lectora | Osomatsu-san おそ松さん One-Shot's

4#;; [さくらの伝説] - Choromatsu

Au; Japón antiguo.
Inspirado en una leyenda japonesa.
Contiene toques de fantasía.

Aquí el narrador es omnisciente, ésta vez ni siquiera se cuenta desde el punto de vista de la rayita :").

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Caos, destrucción, tristeza, desolación... son unas de las emociones que más abundaban entre los habitantes del Japón. Todos sometidos en guerras por los señores feudales. Cuando una terminaba, otra comenzaba. Ésto, arrebatando miles de vidas de humildes aldeanos.

Pase a todo, existía un bello bosque que la guerra no había tocado. Todo en él era hermoso, lleno de brillantes árboles y flores, y un ambiente puro acompañado de distintos olores que abrazaban con delicadeza las fosas nasales de cualquiera que entuviese dentro, exceptuando a un pequeño árbol, que por alguna razón, éste no florecía.

Aunque estaba lleno de vida, en sus ramas, las flores no aparecían. Tenía un aspecto desagradable a comparación de las demás plantas del lugar, estaba seco y no emitía ni el más dulce olor, todo lo opuesto a los demás árboles que estaban a su alrededor.

El árbol convivía con su inmensa soledad y el rechazo. Los animales no se le acercaban, y el pasto a sus costados no aparecía.

Todo parecía perdido para la pequeña planta. Pero bien dicen que los milagros pueden suceder cuando menos te lo esperas, y un rayo de esperanza se asomó en el triste árbol con la aparición de un hada del bosque.

—Oh, pequeño árbol, ¿por qué tienes ese aspecto tan deteriorado? Eres muy joven para lucir así...—el hada se compadeció de la solitaria planta.

Al día siguiente, el hada regresó a aquel lugar.

—Es una pena que un árbol como tu esté pasando por esta situación... de verdad me gustaría verte hermoso y brillante, incluso más que los demás árboles... deseo ayudarte. —la mágica criatura se quedó pensando, y una idea se hizo presente en su cabeza. —Tengo una idea; con mi poder puedo hacer un hechizo que dure 20 años, en ese tiempo lograrás sentir lo que siente el corazón humano, tal vez así logres emocionarte y florecer. —dijo con entusiasmo. —Y no te preocupes por tu forma física, podrás convertirte en humano y planta cuando lo desees... sin embargo... si no logras obtener tu vitalidad y brillo en ese lapso de tiempo, morirás inmediatamente. —lo último mencionado lo dijo con tristeza y preocupación, deseando que no se cumpla.

Así como el hada lo dijo, podía convertirse en humano o planta cuando se le apetezca. Probó convirtiéndose en una jovencita por un tiempo para ver si las emociones humanas la ayudarían con su propósito a florecer, pero lastimosamente, el entorno humano no ayudaba. Por más que buscaba, todo lo que encontraba era odio y destrozos provocados por la guerra. Viendo la situación, decidió volver a ser una planta por una buena temporada.

Los meses pasaban y también los años, la situación no cambiaba, igual que su estado. Una tarde, decidió convertirse en humana. Paseó un largo rato hasta encontrar un arroyo cristalino y allí vio a un joven, por mera curiosidad se acercó a él de manera amistosa, pero con un poco de inseguridad.

—Hola...—su garganta dolió un poco, no hablaba desde la última vez que se había convertido en humana, por lo cuál, su garganta no estaba muy acostumbrada.

—Hola, señorita... ¿Qué hace aquí en medio del bosque? — el de cabello negro se sorprendió con la presencia de la chica, pero la trató amablemente.