[松]: : Escenario - Cuarentena

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[Sé que dije en en anterior OS que lo próximo que publicara sería uno de Osomatsu, pero es que se me ocurrió ésta idea y no pude resistirme a hacerla :")

¡Disfruten!

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Japón entra en cuarentena debido al nuevo virus que está amenazando en todo el mundo.

¿Cómo estarían los sextillizos ante ésta situación y cómo se comportarían contigo?

[❤] - Osomatsu

Vamos, (T/N)...! —decía suplicante el de cabellera negra. —Ahora que estamos juntos en cuarentena podríamos hacerlo todos los días...! —sabías que un "no" no sería aceptado como una respuesta para él, ya lo habías intentado. —¿Por qué no podemos hacerlo hoy~?

Osomatsu, ya te lo dije, estoy en mis días, ¿por qué no entiendes? —lo miraste de reojo, si de por sí tenías poca paciencia, ahora que te habías atacado tu paciencia era casi inexistente, pero tratabas de mantener la calma.

Pero busqué en internet! Resulta que no es malo tener sexo durante el periodo, es más, hasta es recomendable! —con tal argumento, él pensaba que la victoria era segura, pero te hizo enojar más

Ese no es solo el problema, no estoy cómoda para tener relaciones en éste estado.

—No seas mala, por favor! Sólo una vez y no te molestaré más! Lo juro!.

La cuarentena no sería un gran problema para Osomatsu, todo lo que hacía podía hacerlo en casa, claro, excepto algunos juegos de apuestas como las carreras de caballos o el pachinko.
Pero a veces se le agotaban las ideas y como no sabía que hacer, molestarte podía ser uno de sus pasatiempos.


[💙] - Karamatsu

¡Buenos días, my love! —Empezabas a abrir tus adormilados ojos frotando suavemente tus manos contra éstos dando un largo bostezo. En frente de ti estaba Karamatsu con una linda sonrisa para iluminar tu mañana. 

Buenos días, Karamatsu. —imitaste su sonrisa. —¿Qué hora es?

Son las 10, ¡Es hora de comenzar el día! —dijo yendo hacia la puerta. —Ya hice el desayuno, baja cuando estés lista. —te guiñó un ojo antes cerrar la puerta de tu habitación para que tuvieras más privacidad.

Ya cuando te cambiaste y lavaste tu cara y dientes, bajaste a la cocina, a medida que ibas se percibía  con mayor intensidad el rico aroma de la comida. 

En la mesada estaba Karamatsu dándote la espalda, posiblemente sirviendo la comida en los platos, fuiste hacia él con la intención de ayudarlo, pero rechazó la ayuda diciendo que estaba preparando algo especial y que no quería que lo vieras hasta que terminara.

Viendo así las cosas, le hiciste caso y te fuiste a sentar en tu lugar esperando ansiosa la sorpresa del chico.

Solo tardó unos minutos en ya tener listos los platos y colocarlos en la mesa. —Ta-da! —pronunció el pelinegro con orgullo por su gran obra de arte hecha de comida. La presentación era original —y dolorosa—. En uno de los platos estaba escrito sobre el arroz con condimentos y bella caligrafía tu nombre y el de él encerrados en un corazón, el otro era una divertida imitación de sus caras hechas de frutas y verduras con muchos corazones al rededor. —¿Qué opinas, sunshine? ¿Te gustó mi pequeño regalo? —estaba muy emocionado por tu respuesta. No ibas a mentir, se te hizo tierno que hiciera ese gesto, pero también admitías que al verlo sentiste como una de tus costillas se rompía.

Osomatsu-san × Lectora | Osomatsu-san おそ松さん One-Shot'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora