Besos Fugaces

Capítulo 6: Retrasos = Torturas.

Ahí estaba, como siempre, contando los segundo para que terminase Economía. No me malinterpreten, es una materia divertida y el profesor es genial, pero aburre como el infierno, siendo sinceros.

Faltaban 15 minutos para el segundo descanso, sin embargo estaba apunto de dormirme o mejor dicho; estaba apunto de hacer el hobby favorito de la chica de los libros.

Si dormir fuese un don, esa chica estaría en los juegos olímpicos. Era impresionante ver su habilidad de importarle un rábano todo y dormirse en 0,1 segundos.

Pensando en eso me rei en voz baja lo que hizo llamar la atención del profesor de Economía.

— ¿De qué se ríe joven? — me preguntó con si característico ceño fruncido.

— Solo recordé algo, Profesor — respondí mirándolo con aburrimiento.

Cuando estaba por hablar sonó el timbre dejando claro el pequeño intervalo entre la siguiente hora, un pequeño descanso de 30 minutos. Tomé mis cosas dispuesto a salir pero el profesor me hizo una señal de que fuese a su escritorio.

— ¿Sucede algo? — pregunté ajustando mi bolso en mi espalda.

— Estoy un poco preocupado por tu actitud en mi clase — dijo mirándome seriamente mientras se quitaba los lentes. Ok, eso es muy cliché.

— Mm seee, estoy trabajando en ello, tengo tutorías de conveniencia — le expliqué y él asintió aún no convencido.

— ¿Se puede saber quién te da las tutorías?

En ese segundo me sentí jodido ¿Cómo le explicó al profesor que no me sé el nombre de quién me da tutorías?.  Piensa, pendejo, piensa.

— ahm, realmente no me ha dicho su nombre — apenas terminé de hablar quise golpearme con un ladrillo. El rostro del profesor se contrajo con asombro y burla.

— Déjame adivinar — dijo levantándose mientras palmeaba mi hombro — Es bajita, tiene el cabello rizado y una conducta un tanto grosera pero sin dejar de ser educada — dijo enumerando con sus manos, asentí con efusividad casi pasmado.

— Esa misma.

— Sé perfectamente quién es, es la mejor alumna de tercero. Sus calificaciones en español, Filosofía, Sociedad y Cultura, Historia, Ética u Moralidad, son simplemente maravillosas — dijo sonriendo pero luego puso una cara sería — sin embargo es pésima con los número, uuuh, el profesor Mario dice que le ha dado más de un dolor de cabeza.

Mario es el simpático profesor de matemáticas y física, sus clases siempre son entretenidas  y aprendes mucho con él. Sin embargo, tratándose de ella, no era de extrañarse en absoluto, esa chica repelía a los números tanto como a mí.

— Si, ella es mi tutora de Letras y Conducta, yo soy su tutor de Números y Sociabilidad.

Les explicaría como son nuestras tutorías teniendo en cuenta que ella odia mi presencia y yo estudiar filosofía e historia, pero ese es otro capítulo.

— Bueno muchacho, ten cuidado que esa chica es un poco explosiva e intolerante a la humanidad.

— Estoy totalmente de acuerdo.

— Ya ve a descansar unos minutos, casi son las 10:20, aprovecha lo que te queda de tiempo.

Cuando el profesor dijo la hora, sentí como si hubiesen lanzado agua fría a mi cuerpo. Era tarde ¡Era exageradamente tarde!.

— Adiós Profe — me despedí antes de salir corriendo a todo lo que daban mis piernas.

Los pasillos estaban llenos de estudiantes hablando de cosas sin sentido, tuve que esquivar varios grupos y casi tropiezo con una cubeta de agua. Corrí por las escaleras pasando a las parejas exhibicionistas y algunos grupos de amigos. La puerta de la biblioteca estaba abierta como de costumbre, sin embargo, allí estaba ella, furiosa caminando para irse.