Capítulo 8: Una carta interesante.

14 3 10
                                    

La jornada académica había sido más tranquila de lo que esperaba, sin embargo... ¡No podía dejar de pensar en la pequeña chica de los libros! Me sentía frustrado, realmente frustrado. Perdí la cuenta del numero de profesores que me habían reprendido por tener mi cabeza en las nubes. 

Pero no era tan simple como solo pensarlo, en serio no podía sacarla, su sonrisa ladeada y la forma en la que se acentuaba su redondita nariz con el arco de los lentes, ¡No era nada fácil! pero por cosas del destino o porque diosito me ama, cuando pensé que me reprenderían de nuevo, sonó mi salvación llamada timbre escolar. Nunca había amado tanto un sonido, el profesor no tuvo tiempo ni de decir adiós cuando ya había salido tan rápido como podía por la puerta de esa prisión llamada aula. 

Sino han entendido bien el contexto, hace dos pares de hora me había cruzado por "accidente" con la pequeña chica y sus palabras de "quiero hablar contigo sobre algo que quizá te interese" se repetían en bucle en mi cabeza como si su característico tono sarcástico lo hubiese tatuado en mi memoria, sí quizá estaba exagerando un poquito. Pero no me jodan, estar pensando todo el día en la misma jodidamente molesta persona llegaba a enojar hasta al psicólogo con más paciente del puto mundo. 

Vale, me calmo. 

Con la respiración agitada y unas ligeras ganas de irme rápido a mi casa, llegué a la reja de la biblioteca que protegía la puerta al maravilloso mundo de los libros que allí contenían. Pero por desgracia o por destino (ok, hoy estoy creyendo demasiado en el destino, ayuda) solo había un grupo de estudiantes saliendo de allí, no había ninguna pequeña con aura intimidante. Ciertamente era un poco decepcionante no encontrarla allí... ¿Pero qué carajos digo? No me afecta en absoluto que ella no este por aquí, me siento aliviado y feliz de no ver su pequeño y adorable rostro por aquí. Ni su contagiosa risa o su imitaciones y burlas... No, por supuesto que no extraño a esa apática chica con un hermoso cabello rizado. 

Esto es realmente grave, necesito ir a un doctor, siento que tengo nauseas. 

Sentí que alguien tocó mi hombro así que giré rápidamente esperando ver al jodido tormento de mi cabeza. Pero por desgracia o por suerte, solo eran mis mejores amigos. 

— Ah, son ustedes — dije con desilusión. 

— Perdónanos por no medir 1,50 y hablarte con odio — respondió con sarcasmo Ferb. 

Bufé y no contesté nada para luego girar mi cabeza y mirar el techo, tenía razón, por desgracia la tenía. Me sorprendió que no fuese Jeff quién haya comentado eso, sino Ferb, es más usual un comentario así de él y no de ella. Dejé de mirar al techo para ver a Jeff y para mi sorpresa estaba demasiado entretenido con un paquete de galletas para prestarle atención a su alrededor. 

Para que logren entender debo decirles que Jeff es una persona relativamente normal hasta que tiene una galleta en su mano, nunca había visto a alguien tan feliz comiendo galletas. Desde que nos conocemos adora a las galletas con todo su ser. Nunca entendí su amor por las galletas ni como comenzó, es algo que nunca dice, pero todos deberían tener la oportunidad de amar como Jeff ama a las galletas. 

— ¿Quién le dio galletas? — pregunté  confundido. 

— Apenas me giré para buscar mis cosas, ya estaba comiendo — respondió Ferb con pesar. 

— Yo no se las quitaré, la última vez me mordió — dije mostrando una marca en mi muñeca. 

— Yo menos, dejemoslo quieto — respondió ella mirando algo en su teléfono. 

Miré el reloj en mi muñeca, hace diez minutos que sonó el timbre y nada que aparecía esa chica. Estaba comenzando a impacientarme en la espera de su llegada, pero nada, ni por aquí ni por allá. No había rastro de esa pequeña y eso era frustrante, si fuese yo quién llegase tarde ya estaría atado a una silla pidiendo ayuda. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 22, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Besos FugacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora