Dangerous Place || YoonJin

El Problema 9

Estaba confundido. Nunca había mezclado mis sentimientos con lo laboral, bueno sólo a veces, pero no así.

Las cosas se me tornaban difíciles y más en estos momentos, donde Min se encontraba un tanto nervioso en frente mío queriéndome decir algo, yo sólo estaba a punto de explotar.

—Jun, yo... tengo que confesarle algo.

—¿Sucede algo, YoonGi?

—Jun, yo, no soy quién crees— suspiré, supongo que era el momento.

—Lo sé —Dije sin querer verlo. 

Abrió los ojos a más no poder y se me acercó rápido —¿Qué sabes? Dime, por favor— Me tomó por los hombros, obligándome a verlo.

—Sé sobre "El Linaje Dorado".

Min se aparto de mí, y con la mirada perdida retrocedia. Y yo me iba acercando.

—Sé que eres Min YoonGi, dueño de esta discografía entera; también sé que, terminaste hace cuatro meses con tu expareja, Jeon JungKook, también sé el tráfico de armas, personas y drogas que sucede allá abajo — el me veía atónito, pues pensaba que sería la gran revelación —también sé que eres el jefe de todo ello, ya que lo heredaste, en cierto modo no es algo que hayas hecho tú desde cero, sé que tú padre, Min JongSuk, escapó de la ley quitandose la vida y es por eso que seguiste con ello. Sé más de lo que aparento, Min.

—¿Es así?

—¿Cómo?— bajó un momento la mirada —Tienes razón.

—Lo siento, Min— sacó su placa y unas esposas— Queda bajo arresto , tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga será usado en su contro. Tiene derecho a un abogado y en caso de no contar con ello el estado se encargará de asignarle uno.

Hace 2 días

Era viernes ya, había retrasado la investigación más tiempo del que creí, pero al fin me reuniré con Jeon, la expareja de Min. El jefe me presiona y Hwa está más que molesto, es sólo que no puedo dejar que lo incriminen tan fácil, yo estoy casi seguro de que él no es así, en serio quiero creerle.

—Disculpa, ¿Eres SeokJin?

—Soy yo, toma asiento, por favor.

Había citado a la ex pareja de Min en una cafetería.
Se sentó frente a mi y pude apreciar sus rasgos, realmente era muy jóven, cómo pudo terminar con alguien involucrado en la mafia. Pidió una malteada y apenas el mesero se fue me dispuse a hablar.

—Y bueno, dime, Jeon ¿Cómo terminaste saliendo con alguien así?

—Es una larga historia— rió nervioso— ya sabes que él es demasiado reconocido en el mundo de la música ¿no?— asentí— Pues, verás, yo quiero ser cantante así que audicioné para su empresa hace 1 año y medio, más o menos, y realmente quería entrar. A los cinco días de mi audición fui llamado, YoonGi se presentó personalmente conmigo, obviamente yo estaba más que emocionado y para no hacerte el cuento más largo empezamos a salir a la semana, aunque era un poco acosador —casual— no me incómoda, sólo quería debutar.

—Entonces, ¿aún trabajas para su compañia?

—Claro que no, me dio cierto miedo pensar en que me vendería o algo así.

—¿A qué te refieres?

—¡Oh! Pensé que sabías sobre— se acercó para susurrar— "el trato de personas"

—¿Tú lo sabías?

—Por  supuesto, me metí a su mundo a las semas -Oh, gracias— Bebió de su malteada recién servida.

Estaba un tanto confundido, ¿cómo podía hablar de ello con tanta naturalidad?

—Entonces... estás afirmando que Min YoonGi es parte de ese mundo, ¿no es así?

—Para qué ocultar lo que es obvio.

—¿Por qué terminaron? 

—Empezamos a tener conflictos, ya sabes, pareja tóxica. Así que simplemente terminamos, como por quinta vez y a la semana me salí de ahí.

—Entiendo.

Así que al terminar la charla, fui a mi encuentro del día con Yoongi. Me citó en un restaurante público.

Sabía que era lo que tenía que hacer y eso era lo peor. Así que con ayuda de Hwa y el gefe, se organizó una redada dónde yo encontraría la manera de obtener su confesión. No había marcha atrás, ya tenía un micrófono y todo estaba listo para la captura.
Sin embargo, muy en el fondo, no quiero que Yoongi confiese.

—Reserva a nombre de Min YoonGi.

—Sígame por favor.

Mi criminal ya estaba ahí, esperando. Por cuestiones de la redada, le dije a Yoongi que no pasara por mí.

—Jun, llegaste— Se levantó para recibirme.

—¿Por qué la cita repentina? ¿Qué era lo tan importante que me tenías que decir?

—Sí sobre eso... ¡Mesero!— Vino al chico que atendía —Empiecen por los aperitivos que pedí y un vino tinto del 93.

—A su orden.

—¿Ya lo tenías planeado, no?

—Algo...

Por mi auricular escuchaba a mi gefe diciendo que me dé prisa. Claramente, yo querría atrasar esto todo el día, pero no estaba en mí. Así que sólo disfruté la cena.

—Jun, lo cité para una cena tranquila, sin embargo necesito romper el silencio. Escuche, me gustaría tener algo serio con usted y es por eso que siento que debo decirle la verdad.

Suspiré —Ve al grano.

—Jun, yo... tengo que confesarle algo.