Dangerous Place || YoonJin

La Solución Final

Cuando lo escoltaban al auto pude ver la mirada asesina de Yoongi, me sentía fatal, pero era lo correcto. Mi deber.

—¡Confié en tí!

Lo dijo antes de que lo hicieran entrar.

—¿Ocurre algo, Jin?

—No es nada, Hwa. Vámonos, quiero ver que firme la confesión.

Eran compañeros pero sobre todo amigos, así que no tuvo que decir nada más para que SeongHwa entendiera que no estaba del todo feliz.

—Ya dime, ¿Qué ocurre? Te conozco desde preparatoria, sé que te ocurre algo, dime.

—¿Para qué quieres que lo diga si ya sabes que es? Lo sabías desde antes de que yo tomara el empleo, ¿No es así?

—Escucha Seok, ese tipo no era para tí. Es un criminal y ahora está en donde debe, tras las rejas.

—Lo sé, es lo peor.

—¿Por qué no lo visitas?

—¿Bromeas? Hice que lo arrestaran, lo que menos que quiere es verme.

—Tienes razón.

El ambiente era un tanto tenso, Seokjin se encontraba con los brazos cruzados en su cubículo, mientras que Hwa estaba a su lado sin poder hacer algo más.
Ninguno habló por un período de tiempo.

—Lo mejor será que lo olvides, no fue para tanto.

Suspiró, liberándose un poco de su propia tensión —¿Crees que no lo intento? Es tan fácil decirlo, pero hacerlo es completamente distinto.

—¿Por qué no intentas salir con otras personas?

Para ese punto Jin, ya se había ido de la conversación. Lo que menos quería ahora eran citas a ciegas. No estaba desesperado, sólo quería que YoonGi fuese inocente.

—Si lo visito tal vez cierre el ciclo.

—Como quieras.

El juicio de YoonGi no fue difícil puesto que confesó prácticamente al instante. Se sentía en cierto sentido traicionado, pero él sabía que tarde o temprano iba a pasar, debió parar todo una vez que se enteró. Pero muy en el fondo también creyó que consumiría por completo a su hermoso empleado para cambiarlo de bando.

En la cena del día de su arresto por un momento creyó que Jin aceptaría eso, no que sacara su placa y le pusiera las esposas. Pero tenía que hacerse el sorprendido, tampoco le iba a decir que sabía su verdadera identidad, porque prefirió darle la victoria completa a su lindo secretario.

Claramente por sus influencias y dinero, su condena de más de 100 años de cárcel se vio modificada por arresto domiciliario en menor cantidad. Pero aún así el sólo quería una cosa y era, Kim Seok Jin.

—Jefe, tiene una visita.

—Hola, Min.

Fin