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Y en horas de la madrugada,
como tantas otras veces,
pensarte me consuela.
Me acompaña en el insomnio
como nunca lo hizo en el amor.
Tu idea.
Sólo y en particular tu idea,
porque si pensara en vos
lloraría,
y si pienso en tu idea sonrío.
Porque en fantasías siempre fuimos mejor:
tu idea que amaba a la mía
y su inevitable reciprocidad.
Pero sólo eso fueron.
Ideas.

SempiternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora