El fin

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Capítulo 11:
Seguimos nuestro recorrido felices, tuvimos la suerte de regresar al barco sin ningún problema, por ahora tendremos comida según los cálculos de Nicki por lo menos para una semana.

Retomamos el camino a la matriz sin ningún rastro visible de Amber, desafortunadamente ahora sabemos que no podemos confiar en nuestra buena suerte, tenemos que estar más alerta ya que después de pensar tanto llegamos a la conclusión de que ella llegó a nosotros a través del yate, no sabemos cómo, tenemos miedo de que haya descubierto la manera de moverse dentro del agua, solo esperamos que no haya encontrado la forma correcta porque podríamos poner en peligro a personas que se encuentran en lugares como la matriz y sin lugar a dudas sería un problema mundial.

Seguimos en alta mar por tres días, las barras de chocolate siguen bajando de mi mochila ya que le doy una barra diaria a Coni y a mi hermana, cada dos días a los adultos, principalmente cuando los veo con los ánimos bajos. A diferencia de hace unos días ahora nos turnamos para hacer la comida y para guiar nuestro viaje, gracias a eso Dakota y yo podemos descansar un poco más, de vez en cuando guía Colton o Taylor, mi hermana por su parte está fascinada, estaba cansada de tener la mirada fija y al mismo tiempo ver la brújula y los mapas.

Comemos de todo un poco, nuestro menú nos permite variar para no caer en rutina. Incluso tenemos pensado buscar lo necesario para pescar en el mar la próxima vez que bajemos a tierra. De hecho, calculo que será en unos cuatro días.

Con Colton mi amistad va en aumento ya no es aquel chico gruñón que conocí hace poco, ahora es muy atento con nosotras y de vez en cuando me regala una de sus bellas y blancas sonrisas llenando mi corazón de vida con cada una de ellas.

Mi hermana por su parte me molesta cada día un poco más, ella asegura que ambos sentimos algo, que ninguno se anima por hacer que nuestra relación de "amigos" (por llamarla de algún modo) cambie, ella por su parte ya se da pequeños besos con Antoni, solo de pico, por lo menos en mi presencia.

Las clases de defensa todavía no comienzan se han aplazado porque Colton prefiere mostrarnos como calentar para no sufrir algún desgarre muscular, cosa que resulta súper pesada. No me imagino cómo será cuando de verdad toque entrenar. Mis brazos ya comienzan a sentirse cansados y de las piernas ni hablo, duelen horrible. Cada vez que me levanto de la cama siento un dolor muy fuerte en cada músculo, incluso cuando voy al baño, pero sé que forma parte de nuestra rutina e igual nos ayuda a dejar de crear peso. Hay días donde siento que mínimo tengo un kilo de más.

—Vamos niñas no es tan difícil —Colton lo dice como muestra de burla a Antoni y Taylor, ellos ni siquiera se tocan los pies en nuestra sesión de estiramiento, nosotras en cambio somos más flexibles que ellos, los hombres en vez de humanos parecen una piedra enterrada en la arena. Nos reímos a su costa todas las mujeres, solo Dakota es la única que los anima a no rendirse principalmente a Antoni, cuando veo que las burlas no pararan intercedo por ellos para ayudarlos un poco en su desgracia o por lo menos eso les hago entender.

—No debes ser tan rudo con ellas Colton —señaló a él par de señoras que forman —. Entiende, están en sus días.

Se quedan como piedra enterrada una vez más por mi burla, esta vez mi hermana es la primera en reírse de ellos, incluso de Antoni, es tanta la risa de Dakota que después de unos minutos que ni siquiera pude medir, toca su barriga en señal de dolor de tanta risa que le genera la reacción de ellos.

—Señoritas pueden sentarse mientras Coni, Nicki y las demás seguimos con el calentamiento. Pueden ir a cambiar sus toallas sanitarias femeninas si quieren, no tenemos problemas, solo que, nos están retrasando —termino de hundirlos en su desgracia generando más risas en los demás.

180ºDonde viven las historias. Descúbrelo ahora