𝑪𝒂𝒔𝒐 "𝑴𝒊𝒏 𝑱𝑲" [ YoonMin ]

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[ 2 de abril, 10:07 a.m. ]

<<—Gracias. 

—¿Mh? —Bajó la mirada, buscando la de su mayor. —¿Por qué? —No olvidando acariciar aquellas hebras castañas.

—Por quererme. —Su dedo se paseaba por el pecho de su amado, haciendo unas cuantas figuras sin sentido sobre la piel.

—Yo lo amo, hyung. "Querer" es una palabra muy chica.

—Bueno... Gracias por amarme. —Alzó su cabeza, recibiendo un rápido beso en sus labios. —Por soportarme, principalmente. —Su contrario se acomodó de manera en que estuviesen frente a frente. —A veces puedo llegar a ser muy molesto, ingenuo o patético... Y te agradezco que eso no te impida salir conmigo.

JungKook sonrió, volviendo a besarle. —Me gusta que lo sea. Es muy tierno. —Soltó una risita. —Cada parte de usted, hyung, es una maravillosa bala que estaría dispuesto a recibir.

—Tú y los chistes de tu hermano. No me agrada cuando las dices. —Su labio se abultó, removiendose en su lugar, llevando sus brazos hasta rodear el cuello ajeno. —Tal vez no vayan en serio y solo sean... chistes. Pero no lo digas cuando esté presente.

—¿Qué pasa con eso? —Abrazó su cintura, colocando su boca contra la piel expuesta del pecho contrario.

—Si algo te pasara... Yo-

—H-Hey. —Volvió a su rostro, notando bajo la oscuridad de su cuarto, aquellos ojitos mojarse. —¿Está bien? ¿Por qué eso tan de repente?

—No lo sé. —Las esquinas de sus labios se estiraron, sus manos bajaron hasta las mejillas del azabache, acariciando sus pómulos. —Desde que te conocí supe que serías alguien especial para mí... Y ahora que lo eres todo... —Su voz tembló. —Yo... no sabría qué hacer si solo te alejaras de mí, Kookie. Te amo mucho.

—¿Mucho?

—Mucho, mucho. —Fue su turno de besarle, esta vez manteniéndose en ese lugar por un rato.

—No tiene que sentirse así. —Besó la mejilla de su novio, volviendo a sus labios. —Estaré siempre con usted.

TaeHyung se enderezó, subiendo al abdomen de su menor antes limpiar sus propias mejillas, abrazando su torso con sus piernas, inclinándose hacia el bonito rostro de su novio para volver a iniciar con lo que los llevó hasta esa desnuda situación.

—Siempre.>>

La habitación estaba tranquila en el hospital, percibiendo el característico olor de aquel edificio mientras sus extremidades comenzaban a moverse, poco a poco. Su respiración era tranquila al principio, hasta empezar con una casi acelerada al olvidar por qué había llegado a ese lugar. No entró en pánico, ni se sorprendió del estado en el que se hallaba; lo único que su cuerpo le permitió hacer, fue un pequeño movimiento, pues la rapidez con la que había reaccionado, causó el punzón en su hombro. Dejando escapar aquel par de lágrimas, respiró hondo, acomodándose de manera en que pudiera estar tranquilo.

Su brazo se mantenía pegado a su abdomen para no lastimarse con algún movimiento de éste.

Miró con atención al techo, buscando en su cabeza y recordando cómo había llegado ahí. Y no había sido difícil.  Ni siquiera tardó en rememorar la imagen de aquella escena en donde sus hyungs discutían entre ellos, recibiendo después un disparo y dejándolo perder el equilibrio, cayendo a los brazos de JiMin.