05

819 128 35
                                    


[ 26 de marzo, 04:21 p.m. ]

Previamente, YoonGi tomó el elevador tras su llamada de atención y una pequeña discusión entre él y el rubio.

Salió apresuradamente del edificio, tomando sus llaves para abrir su auto y adentrarse a él. En cuanto encendió el motor, el resto de las puertas fueron abiertas al instante, causándole un pequeño susto.

—¿Qué mier-

—Te olvidas de la contraseña.

—Existe algo llamado "mensaje", en el cual podrían mandarme la maldita contraseña sin la necesidad de molestar.

—Da igual, necesitas de él para saber lo que en realidad pasó. —JiMin señaló al tailandés, quien se encontraba en medio del castaño y el azabache.

—Ya escuchaste a JiHo, Park. Si continuas ayudándome terminarán despidiéndome y-

—¿Por qué no me habías dicho eso antes? Sabes que con gusto te dejaría en un desierto, en medio de la nada y sin ninguna pista exquisita que te sirva. Tú me metiste en esto.

—Eso es mentira. ¡Tú mismo dijiste que estaba rompiendo las reglas ¿y me vienes con esto!?

—¡Lo estoy haciendo por JungKook, no por ti, grandísimo idiota!

—Sal del auto antes de que te golpee. —Tomó con fuerza el volante.

—Anda, quiero ver eso. Delante de una estación de policía y bajo muchas cámaras.

—Entonces, no me hagas hacer que me despidan y lárguense.

—¿Seguros que no son novios? Discuten como unos.

—¿Uh? —Ambos se giraron al de en medio, mostrándole su clara molestia por su comentario. —¿¡Qué mierda dices!?

—Incluso están sincronizados. —Le murmuró al castaño a su izquierda, quien sonrió divertido. —Qué miedo.

—¿Sabes qué? No tengo tiempo para sus idioteces. —Dio en reversa antes de salir del estacionamiento.

Veinte minutos hicieron de camino por la adrenalina. Llegaron al edificio, bajando y entrando a éste con prisa.

—Oye, tú. —YoonGi se detuvo, fastidiado por estar rodeado de tanta gente molesta, volteando hacía la ventana donde JeongYeon se asomaba. —No has pagado desde hace dos semanas.

—Después lo hago.

—¡Eso dijiste ayer, imbécil!

E ignorando a su recepcionista, continuó su camino escaleras arriba. Los otros cuatro le siguieron con un poco menos de velocidad, JiMin mirando con disgusto a la de cabello corto mientras les seguía.

Tercer piso, última puerta a la izquierda. Quitó el seguro con su llave y le dio el paso a los demás antes de entrar él. Estaba a punto de pedir disculpas por el desorden, pero simplemente le dio igual. Lo único a lo que vinieron fue para ayudarlo y nada más. Le indicó a YuGyeom dónde se encontraba el baño antes de ir a uno de los cajones de la cocina para tomar la llave que correspondía a la puerta del cuarto de su hermano. Tomó la perilla y acercó la llave, sin introducirla, pues sintió un agujero en su estómago del sólo pensar en aquella noche. No quería volver a ver a alguien tirado en ese lugar. Y eso, sus conocidos lo notaron.

—¿Estás bien? —Preguntó JiMin al verlo quieto.

TaeHyung iba a tocar su hombro para calmarle, hasta que lo vio reaccionar y decir que estaba bien; abriendo finalmente la puerta. Encima de ellos cayó el completo silencio que rondaba en cada rincón. Entró y se sentó en la silla giratoria, JiMin se detuvo a su lado, YuGyeom llegó y se colocó junto a la mesa de noche a un lado de la cama, mientras que los otros dos estaban sentados sobre el colchón. El mayor encendió el aparato y esperó a que solicitara la contraseña.

𝑪𝒂𝒔𝒐 "𝑴𝒊𝒏 𝑱𝑲" [ YoonMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora