El señor Faberman se dirige en su lujoso coche Roll Royce a su empresa custodiado discretamente por unos guardaespaldas en una camioneta aparte, se estaciona, y se dirige a la entrada del edificio principal mientras camina de una forma imponente quitando solo con su presencia a la gente de su camino, toma un ascensor y se dirige al 5 piso que a la vez es el último donde están los ejecutivos y vicepresidentes mayores al vez que lo espera su asistente Bernardo Frías, quien como siempre lo espera en el pasillo para tomar su saco y apuntar sus tareas del día:
—Buenos días Sr. Faberman.
—Buenos días Bernardo, hoy tengo tareas para para tí así que ten a la mano pluma y papel.
—Listo señor, dígame.
—Recuérdale a mí secretaria Amalia que tengo una cita a las 4:00 de la tarde en la sala de juntas porque tenemos la reunión para analizar el balance del evento del aniversario de anoche, llama a los directores de Modaberman la empresa de ropa y Luna aperlada el negocio de belleza, para que me envíen un resumen detallado del los movimientos de los negocios mañana mismo más tardar a las 2 de la tarde, para examinarlos aquí no tengo tiempo de ir, también recuérdale al jefe del departamento de médicos que esté presente en la junta para conocer si como va aquella área, es todo.
—Ok, señor ya está todo aquí.
El señor Mario entra su oficina y mientras está trabajando recibe una llamada:
—Buenas tardes.
—Buenas tardes jefe.
—Hola Cobra, ¿como vas?
—Ahí voy bien, llamo para que me diga cuándo y dónde nos encontraríamos para lo que ya sabe.
—Te dije que yo te llamaría amnésico.
—Disculpe la molestia jefe, pero necesito saberlo de una vez, porque no siempre tengo tiempo libre y este día está algo pesado, entonces para mejor de una vez.
—Como sea, que sea muy discreto, tú y los demás, a las 9:00 de la noche en tu casa, al fin de cuentas vives solo, y ahí te doy a ti y a los que te ayudaron su parte del trabajo de anoche y también el registro de las ganancias del negocio que decías.
—Está perfecto jefe, ahí lo esperamos.
—Nos vemos hasta entonces cobra.
—Claro jefe adiós.
En ese momento al colgar el teléfono, entra su asistente Bernardo para preguntarle:
—Señor Faberman, ya es la 1:00 de la tarde, quiere que le ordene comida o ¿usted saldrá a alguna parte?
—No, hoy tengo mucho trabajo, ordena....un filete de ternera Kobe del restaurante de siempre.
—Muy bien señor, ¿algo más?
—No, solo eso por ahora, gracias Bernardo solo has el pedido y puedes irte a comer.
—No señor, yo recibo su comida en cuanto llegue.
—No es necesario puedo mandar a alguien más.
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Mundo sin sol
Mystery / ThrillerMario Faberman De las Heras, un reconocido y poderoso empresario y dueño de un centro de ayuda para gente con discapacidad, con capacidades diferentes o menos beneficiada que a la vez funciona como empresa por ser sumamente independiente en producir...