Reencuentro.

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Los ojos del maestro Jedi permanecían cerrados, se encontraba meditando, cualquiera pensaría que estaba tranquilo, pero algo lo delataba. Era la suela de su zapato, la cual daba golpe tras golpe en el piso de la nave.

—¿Qué sucede? —preguntó la Padawan al advertir esta acción—. Se lo ve perturbado.

—Me sorprende que no estés al tanto de esto sabionda. —dijo Anakin en el tono burlón de siempre—. Estamos por visitar a la novia de Obi-Wan.

El pelirrojo lanzó una mirada fulminante hacia el joven SkyWalker, quien inmediatamente se corrigió.

—Oh, pero él lo tienen todo bajo control ¿No?

—Por supuesto que sí Anakin. Y debo aclararle a la Padawan Tano que la duquesa no es mi novia, eso estaría en contra de nuestro código ¿No es cierto, Anakin? —Inquirió, con cierto aire de superioridad.

Anakin respondió con otra mirada fulminante y se quedó callado. Ahsoka observó la situación divertida y a la vez curiosa, esta misión no sería aburrida, eso ya lo había asegurado.

Casi todo el resto del viaje permanecieron en silencio, esto no era incómodo ya que los Jedi están acostumbrado al silencio, o al menos en su mayoría. Tampoco había mucha gente en aquella nave que pudiera estar hablando, sólo iban los tres Jedi, y además del piloto, tres soldados. Pues aunque la misión era posiblemente riesgosa, el consejo aseguraba que no haría un mal uso de sus hombres por un pueblo que seguramente decidiría permanecer en su posición de neutralidad. Además, la duquesa Satine, pidió explícitamente que la ayuda fuese lo más discreta posible, tampoco quería que su pueblo pensara que tenía esas inclinaciones.

Al final del viaje la mente de Ahsoka tenía tanta curiosidad que le fue imposible no irrumpir el silencio.

—Y... ¿Cómo es la duquesa? —Preguntó con voz inocente, pero escondiendo cierta malicia en su mirada.

Obi-Wan carraspeó, intentado aclarar sus ideas, esa pregunta le había tomado por sorpresa. Mientras que Anakin trataba de suprimir su risa, la situación se había vuelto interesante.

—Bueno... Ella es una mujer muy segura de sus convicciones, en realidad, todo lo que hace es porque cree que es lo mejor para su pueblo. No puede concebir que la violencia sea un medio para llegar a la paz. Creo que hacerla cambiar de parecer es una tarea sumamente difícil, por no decir imposible. Es algo admirable...

—Bien, bien, ahora dilo sin que se te pare. —miró a su Padawan—. Lo siento sabionda, hablaba de su corazón ya sabes, por la edad y eso.

Obi-Wan instintivamente revisó.

—Muy chistoso Anakin.

Ahsoka rodó los ojos. Estaba acostumbrada a los chistes malos de su maestro.

—A mi no me engaña maestro, yo sé de esas cosas. —Se cruzó de brazos con expresión de "si maestro, he crecido".

Anakin alzó una ceja y soltó una carcajada.

—Si ya se cansaron de jugar como niños podemos levantarnos de una vez, ya hemos llegado. —Dijo Obi-Wan, nuevamente con ese aire de superioridad.

Los Jedi descendieron de la nave, estaban cubiertos por largas túnicas con capuchas para esconder su identidad. Obi-Wan se posicionó al frente mientras que Anakin y la Padawan quedaron en ambos lados. Los Trooper los siguieron de forma muy ordenada por detrás.

La duquesa Satine apareció inmediatamente para recibir a sus invitados. Usaba un largo y lujoso vestido, tenía el cabello recogido de forma extravagante y adornado con piezas de cristal. Cada adorno estaba simétricamente colocado de modo que la duquesa estaba resplandeciente.

Desafiando Tradiciones. (Fanfic Obikin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora