Perdido.

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¿Alguna vez experimentaron lo  que es un amor prohibido? Lo primero que necesitan saber es que cada persona lo percibe a su manera, esto depende mucho de cuál sea su forma de ver el mundo. En el caso de Anakin, él estaba acostumbrado a los amores prohibidos; de niño se había enamorado ni más ni menos que de la pequeña reina de Naboo, quien más tarde se convertiría en senadora. Esto no detuvo al caballero Jedi para pedir su mano. 

Cuando tomas la fruta prohibida a tan corta edad, aquello que todo el mundo considera prohibido para ti es sólo una mera aventura.

¿Pero qué hay de aquello que no solo el mundo considera prohibido, sino también tu propio espíritu? Por ejemplo, enamorarse de un hombre quien por casualidad es también tu maestro. Si las cosas que no pudieras tocar se encontraran en escalones, Obi-Wan Kenobi se encontraría en el escalón más alto, sin mencionar que para llegar a ese escalón primero tendrías que pasar por delante de Maze Windu y todo el consejo Jedi. Lo más probable es que a ese escalón también le crecieran alas y se iría volando. Bajo ninguna circunstancia estaba permitido llegar a él.

En definitiva, el enamorarse de Obi-Wan no estaba en los planes de Anakin y no solo eso, tampoco estaba en el consciente de Anakin. Es decir, el joven no podía conciliar la idea de enamorarse de su antiguo maestro, por lo cual en su mente y en cuanto a lo que él podía considerar, no estaba enamorado. Sin embargo todo lo que tu mente no es consciente, tu cuerpo y tus sentidos de algún modo te lo hacen saber, ya sea formas más discretas o visibles, como por ejemplo lo que le había sucedido a Anakin en la mañana o reemplazando ese sentimiento de amor por uno más intenso que lograse opacar todo a su alrededor, como la ira que en ese momento estaba corriendo por sus venas y le revolvía la entrañas. 

La ira era el lenguaje del joven Skywalker. Ira y negación eran palabras claves para describir cómo reaccionaba su mente ante ese amor que para él resultaba inalcanzable.  Esa ira que estaba prendiendo una llama en su interior que lo consumiría si no lograba descubrir el por qué en el nombre de todos los dioses existentes, Obi-Wan dejaría orden Jedi. 

Su mente ciertamente no funcionaba de forma racional y daba vueltas una e innumerables veces en los motivos que podrían conducir al pelirrojo a tomar tal decisión. Algo que le parecía más que obvio era que Satine estaba involucrada. "¿Pero acaso no he sido un buen compañero?". Se preguntaba minutos antes de partir, tomarían una pequeña nave que tendría que compartir con el innombrable para llegar a la luna Concordia. Obvio que no podía proporcionarle todo lo que una dama le puede dar, pero cómo podía ser tan cruel para dejarlo por una mujer. Se supone que el maestro Qui-Gon le había encomendado la responsabilidad de cuidar de él y aunque ya fuera lo suficientemente grande como para cuidarse solo, no se sentía nada preparado para que su maestro se apartara de su vida así como si nada, sin ni siquiera hablarlo con él primero, ¡y vaya forma en la que se había enterado! Todo estaba sucediendo terriblemente mal para su suerte, no lograba unir las piezas, ninguna explicación le era coherente.

La nave se encontraba frente a ellos y al igual que la armadura que llevaban, denotaba estar en desacuerdo con las políticas de la duquesa. Se había encargado de pintar personalmente el símbolo de la nave jai'galaar en color rojo, suponiendo que eso fuera suficiente para convencer al enemigo que se trataban de desertores al menos para darles tiempo de presentarse, en vez de disparar a su nave en cuanto cruzaran las fronteras.

-¿Por qué estás tan callado, Anakin? ¿Acaso te comió la lengua un Ewok? -cuestionó Obi-Wan tratando de sacar conversación.

Anakin no respondió, no estaba de humor. Si tan solo el mayor bajara la mirada podría darse cuenta que la circulación en las manos del castaño estaba cortándose por lo mucho que las apretaba. 

-Creí que esta misión te emocionaba. -alzó una ceja, analítico-. No te veo muy emocionado… Espero que tu humor cambie cuando lleguemos allá.

Desafiando Tradiciones. (Fanfic Obikin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora