𝑼𝑻𝑶𝑷𝑰́𝑨

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¿Quien no soñó alguna vez con una ciudad perfecta?

Una sociedad, dónde nadie juzga.
Incluso ahora, es imposible lograr que la gente respete, y aunque lo hagan, eso no les impide el pensar de una manera retorcida.

¿Protegerme?
De cualquier modo todos moriremos, solo estarían retrasando lo inevitable.

-Maje... Akila, debemos irnos.

-¿Qué? ¿A dónde?

¿Huyendo de nuevo?

-No es momento para que te lo diga, sabes que es peligroso.

-Samanya... ¿Samanya está aquí?

-Aún no llega, puedo llamarla si lo desea.

-Lo haré yo, es mi hermana después de todo.- Empezé a caminar lentamente hacia el salón de cristal, escuchando mis pasos sobre el mármol blanco.

Solo deseo verla, hace mucho que no nos encontramos. Hemos peleado repetidas veces, incluso hasta el punto en el que nos dejamos de hablar unos siglos, pero al final, siempre terminaremos juntas.

-Puedo escucharte detrás mío, Misae.- Detuve mis pasos, quedandome justo en la mitad del pasillo

-Lo siento, se que dijo que quería ir usted...

-Sabes que puedo cuidarme sola ¿No?

-Usted también sabe, que mi trabajo es protegerla.- No había volteado a verla, estaba dandole la espalda, pero podía imaginarme sus ojos verdes mirándome de una manera dura.

La conozco desde la creación, es uno de los elementos, la tierra, para ser exactos. Llega a ser muy ruda cuando es algo que le preocupa, o algo importante.

Pero yo no soy importante, no comprendo por qué quiere mantenerse justo a mi lado, cuando sabe que puedo hacer lo mismo que ella.

-Deseo ir sola.- De nuevo estaba siendo una estúpida con ella. Lo siento, Misae.

-En este momento, sus deseos no me interesan.- Voltee a verla, quería verme enfadada, pero no podía fingir, ella me conoce demaciado bien.

Su cabello verde oliva, comenzó a cubrir parte de su cara a causa del viento que entraba desde la ventana.
Dejo de mirarme para concentrarse en lo que había en el exterior.

El destello de la luna iluminaba la parte izquierda se su cuerpo, dejándola ver de una manera gloriosa a la vista de cualquiera.

-Extraño tanto ver este paisaje en el planeta tierra...

-Jamás lo ví de cerca ¿Era bueno?

-Sí, era demaciado bello.- Volvió a abrír sus ojos, mirándome a mi.- Sabes que ellos te necesitan, tanto como nosotras.-

-Lo se, es solo que, no confío en ellos, no se cómo tienes tanta fe en esto, si ellos prácticamente te destruyeron, en el planeta tierra.

-Porque les amo, y yo sé que tú también los amas.- Me sonrió levemente, mirándome con ternura.

-Pero ellos a nosotras no, siento que nos od- Me interrumpió.

-No, solo tienen miedo a morir, pero te adoran, ellos tienen fe en tí, solo debes confiar un poco más.

Sé que tiene la razón, pero yo también tengo miedo a morir, no se que es ser amada, el amor lastima mucho, pero quiero estar aquí, con ellos, con los humanos.

-Esta amaneciendo Akila. Samanya y Kaira estarán pronto aquí.- Comenzó a caminar, pasandome por un lado, mientras yo me quedaba quieta viendo cómo la luna comenzaba a morir, y el sol comenzaba a nacer en el horizonte, dejando tantos colores en el cielo.

¿Que es el amor?

Ellos...

No...

Ustedes

¿De verdad me aman?

BETWEEN WORLDS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora