♤Etiquetas♤ (Alecu 🇩🇪🇪🇨) [TERMINADA]

Reencuentro

— ¿A-Alemania? — la cara de sorpresa del menor fue única, no quería verlo, no ahora

— Tú estás... — intento acercarse, pero el menor retrocedió — Ecuador, soy yo

— ¡Aléjate! ¡No te acerques! — sus ojos solo mostraban miedo, no entendía este comportamiento, pero lo alarmó

— ¿Qué...? — estaba demasiado confundido, no entendía lo que ocurría

— Aléjate de mí, por favor — rogaba cubriéndose con sus brazos

— pero si soy yo — ¿acaso se olvidó quién es? Esto empieza a doler

— tú jamás me conociste, tú no me quieres, adiós — entró cerrando la puerta de golpee, esto dolía, decidió regresar al auto

— ¡Ale! ¿qué paso? — hablo rápidamente la japonesa, pero su alegría se marchó de inmediato al ver su expresión

— Él... me odia... jaja, quien iba a imaginarlo — su estado era preocupante, estaba sonriendo mientras lloraba

La japonesa no dijo nada, dio una señal para que arranque a lo que el italiano entendió, todo el viaje fue completamente tenso, el alemán solo lloraba mientras intentaba darse él mismo respuestas

Al llegar el tricolor de cabellos negros se encerró en su cuarto, los otros dos no se opusieron, luego tendrían que hablar

— Japón, ¿por qué Ale esta así? — dijo sentándose a su lado al verla triste también

— no lo sé Ita, pero pronto se pondrá bien, tenlo por seguro — acarició la cabeza del menor sonriéndole, no quería que él se preocupara

— ¿Puedo hacer yo hoy la comida?

— Claro, pero tenemos que ir a comprar algunas cosas

— ¿Podemos ir? Por favor

— Está bien, aviso a Ale que saldremos, hasta mientras piensa en que delicia vas a hacer — agarró las mejillas del tricolor apretándolas suavemente

— voy a sorprenderlos — alzó los brazos recibiendo risas de la nipona, se levantó dirigiéndose a la habitación de su amigo

— Ale... ¿puedo pasar? — no recibió respuesta alguna — pasare entonces

— ¿Qué necesitas? — hablo desde su cama — Iré con Ita a comprar ¿necesitas algo? — se sentó al borde acariciando las cobijas

— no... gracias

— Está bien, regresaremos en unos minutos — dio unas palmadas donde visiblemente estaba la espalda del alemán

Se marcho dejándolo solo, esto le preocupaba mucho, no lo había visto tan triste desde que su padre murió

Alemania no paraba de pensar en lo tonto que había sido al preocuparse tanto, de arriesgar todo y poner en peligro a sus amigos solo por venir y vaya grata bienvenida que recibió

Salió a dar algunas vueltas en la sala aprovechando en que no estaban sus dos amigos

Seguía aun con lo que había ocurrido, eso era extraño, lo ponía mal sí, pero... hay algo que no está tomando en cuenta, no puede caer tan fácil en una respuesta

Recordó a la organización, si él fue capaz de mentirle, lo mismo pudo hacer con el ecuatoriano, tan solo pensar en las cosas que pudo haber dicho lo enojo, mañana a primera hora regresara a esa casa para aclarar las cosas, no se ira de América sin respuestas

Tan sumido en sus pensamientos que ya pasaron varios minutos y los dos ya estaban de vuelta

— Japón, necesito que me ayudes

— Claro ¿en qué? — dijo colocando las bolsas en la mesa

— quiero que me ayudes con él nuevamente — esto llamo mucho la atención de la joven — quiero que esta vez tú hables con él y saque algo de información

— ¿A qué te refieres?

— ONU fue capaz de mentirme, me engaño diciéndome que estaba muerto ¿Crees que no hizo lo mismo?

— Esa, es una excelente pregunta — interrumpió el italiano ganándose miradas amenazadoras

— Bien, haré lo que pueda — sonrió la japonesa abrazando al alemán — por mi amigo

— Italia también quiere un abrazo — se cruzó de brazos haciendo un pequeño berrinche

— está bien Ita — con su otro brazo agarró al italiano formando un abrazo grupal

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