Final

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— Mira nada más, es uno de tus asquerosos amantes —decía Bruce mostrándole de cerca su celular sonando con el nombre "Capitán Guapo" en la pantalla y una foto del mismo sin camisa, se la había tomado una vez en la mañana cuando le había visto hacerle el café—. Espera, ¿este no será tu instructor o sí? —la mirada de terror de Tony le dio la respuesta, pues no temía ya por su vida si no por la de sus amados—. Lo quieres a él por su cabello dorado y por sus músculos ¿no? ¿Por eso no me quieres a mí? Bien, no importa ahora porque no lo volverás a ver ¿Entiendes Stark? Eres solo mío y esos sucios militares no volverán a tocarte jamás. Agh, me das asco solo de pensar cómo te han penetrado probablemente simultáneamente y tu sufriendo esa tortura pensando que debes hacerlo por complacerlos. Me encargare de borrar todas las huellas que han dejado en ti, estarás limpio y serás solo mío Anthony, no te preocupes.

Pero el ingeniero estaba preocupado, preocupado y aterrado porque Bruce estaba loco y quien sabe que planeaba hacerle.

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—Tardamos una hora más de lo normal en llegar, no me dejes volver a conducir jamás —se quejaba Barnes bajando del coche yendo a la puerta, Steve suspiró imitándolo para buscar la llave en su pantalón y abrir.

—Calla y encárgate de decirle a Tony que haré la comida —Buck asintió y subió las escaleras en lo que Rogers iba a la cocina, estaba poniendo a calentar la sartén cuando la puerta se abrió bruscamente.

—Anthony no está —el sargento no parece para nada feliz por eso.

—¿Ya le marcaste?—El capitán trata de mantenerlo en calma y generar opciones, la cabeza del otro le dice que si mientras el comienza a presentir que algo no anda bien. El rubio apaga rápido la estufa—. Sube al coche.

Ambos veteranos corrieron hacia el vehículo, no les gustaba para nada que su pareja no contestara, esperaban que Tony solo estuviera ocupado con sus cosas, temían muchas cosas, algún ataque de pánico, un accidente mientras subía alguna escalera sacando cajas, un incendio, comenzaban a imaginarse todo, pero estaban lejos de la realidad, no había tenido ningún accidente, todo había sido completamente planeado por Banner. Quien se reía mientras veía la pantalla del celular con la foto de un hombre con cabello oscuro, largo y recogido en una coleta, estaba haciendo push ups solo con un brazo, el de metal.

—Y este fenómeno supongo que es tu otro soldado —comentaba con una sonrisa terrorífica en el rostro, leyendo el nombre de "Bukaroo" en la pantalla y Tony solo podía llorar observando a uno de sus príncipes, deseando haberles dicho cuanto los adoraba, pues sentía que jamás podría hacerlo nuevamente.

El estómago de Tony dolía por toda la ansiedad, sentía ganas de vomitar pero prefería no darle el placer al otro de verle más destruido. Le había contado lo mal que la había pasado en Afganistán, su terapeuta sabía perfectamente cómo manejarlo psicológicamente, sabia sus debilidades. Pero Stark no sabía si podría aguantar mucho, pues su cuerpo temblaba a pesar de pensar que no le pasaría lo de antes, trataba de decirse a sí mismo de Bruce no le haría tanto daño como sus anteriores secuestradores, trataba de darse ánimos, aunque sea por engaño, pensaba engañarse a sí mismo para tenerse más calmado, pero cada paso y mirada del otro le tenía con los pelos de punta, no podía evitarlo, se sentía vulnerable, y lo era, era la presa.

*

Si las cosas pasan por algo, ninguno de los dos soldados tenía idea de porque estaba pasando esto, la preocupación les estaba matando por igual y sentían que se volverían locos y posesivos, tal vez el ingeniero estuviera tomando un descanso, durmiendo en su cama, el pobre había dormido poco la noche pasada, tenía mucha energía por recuperar. Ambos sentían que estaban exagerando pero al mismo tiempo no les olía para nada bien que el castaño no contestara.

Almas rotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora