15. Cuando me di cuenta

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10 de Enero del 2015

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10 de Enero del 2015

Esa fecha estuvo marcada en mi memoria durante todos estos años, fue un día especial y sumamente importante. Muchas veces mis padres eran buenos conmigo.

Estudiaba como cualquier universitario, pero lo que más amaba era la música en especial el rap que por nada cambiaba. Siempre cuando estaba solo comenzaba a rimas con algunas palabras y de allí nacían nuevas creaciones y creo que por ello agradecí cuando ese chico tierno me ayudaba con mis libros.

Muchas veces el mismo chico terminaba ayudándome a llevarlos al auto donde siempre le agradecía e incluso una vez le invite a tomar algo pero el se negó y con un "solo lo hago porque quiero" se fue corriendo.

Simplemente muchas veces no entendía el porqué huía siempre que me interesaba estar más con él. Aunque eso no siempre estaba en mi cabeza todo el día.

Las chicas o conquistas no me hacían falta nunca, nuevas mujeres venían a pedirme que fuera su novio e incluso las más descaradas me decían que solo querían un revolcon. Digo, si solo quieres eso mejor que vayan a ponerse enfrente de un auto.

Sinceramente me molestaba mucho pero todo cambio de algún modo cuando ese niño se acercó, ese día aun no había comido y el me dejó un emparedado mientras escribía algunas letras escuchaba música.

-- Eres muy raro...-- le dije, su nariz estaba roja y podía jurar que se moría de frío. Pero de alguna manera parecía a él no importarle con tal de que viera su rostro. Que por cierto era hermoso y sin duda muy lindo.

-- ¿Eso le molesta? -- Dijo y sus mejillas tomaron un color rosa. Se veía tierno.

--No, de hecho...me agrada que seas único, muchas chicas se acercan para insinuarse e incluso pedirme una noche pero es realmente incómodo. -- Dije, las chicas a veces eran molestas y el no parecía tener dobles intenciones.

-- Me gusta su trabajo...lo he escuchado tocar el piano de la clase de música. -- Y allí me intereso un poco más.

Ese día fue el más extraño de mi vida, hable con el con calma y supe que sería un soporte en la presión que todos los días tenía. Sería alguien especial en el mi vida y alrededor mío.

Fue cuando, yo seguí hablando con el. Lo invite muchas veces a comery después de la tercera acepto. Lo llevé a mis lugares favoritos. Le enseñe mi trabajo e incluso lo invite a mi estudio en casa donde reímos y nos divertimos mucho.

Fue perfecto, parecíamos dos buenos amigos. O al menos yo lo veía así, no sabía nada de lo cariñosa que era mi madre hasta que le presente a Félix, ella le habló de forma tranquila y cariñosa al inicio. Hasta que, cuando yo había perdido un concurso de rap y tenía problemas con unos profesores. El enfrente mío se me confesó. Yo no digo que estuvo mal porque en verdad se veía tierno.

Pero...no sabía que hacer, al inicio al escuchar el "Me gustas y lo amo mucho" me dejo perplejo sin saber que decirle. Así que como todo un cobarde me fui sin decirle nada, dejándolo llorando o eso yo supuse al verlo desde lejos derrumbarse y juntar sus piernas para esconderse entre ellas.

Mi primer método de contestación fue evitarlo, ignorarlo completamente. Y eso hice, desde lejos muchas veces lo vi esperándome pero no tenía el valor suficiente para mirarlo ni siquiera sabía porque me seguía cuando lo había lastimado.

Después de unas semanas no lo vi en los almuerzos, otras veces lo busqué y en unas ocasiones me saltaba mis clases para comprobar si el asistía a las suyas. Creo que fue cuando lo miré, estaba cerca de la ventana con su frente pegada a la mesa y usando ropa cómoda. Uno de sus compañeros golpeó la mesa y el se levantó asustado, estaba durmiendo.

¿Acaso no dormía bien?

¿Porque se veía cansado?

Comencé a notar ojeras debajo de sus ojos y muchas veces pasó a mi lado sin mirarme, yo lo había destruido y no sabía que hacer fue cuando le dije a mi madre.

Creo que mis sentimientos pero obviamente dirigiéndome a Félix como chica, ella ilusionada dijo que me había enamorado y debería de confesarme.

Fue el momento justo en el que lo busque en su aula, no había ido. Los días siguientes hice lo mismo y no estaba.

Cuando a sus compañeros les pregunté me sentí muy mal, para empezar porque no es bonito que ofendan al chico que te gusta y por otro lado me dolió con la fuerza la cual le pegue en su nariz.

Nadie podía ofender a Félix. El era hermoso y sumamente perfecto.

Cuando hable con los profesores me dijeron que había sido expulsado por provocar una pelea, yo conocía a Félix y el no era de iniciarlas. Tal vez algo en verdad lo hizo enojar.

Ese día fui a su casa y su madre me dijo que había salido hace unos momentos. No sabía porque pero de algún modo la agresividad con la que me hablo supe que maltrataba a Félix o al menos era una persona cruel.

El siguiente día despues del instituto corrí como pude hasta mi casa, dejé mis cosas y le grite a mamá que pronto tendría un yerno. Ella asustada salió y me grito que nunca lo permitiría. Pero honestamente no me importaba su opinión. Ella no era nadie para decirme que no amara a Félix.

Cuando estuve enfrente de su casa y su madre me grito pero me dejó entrar un poco, fue el momento de verlo salir de su habitación.

Me dolió, podía ver que estaba usando maquillaje porque pude ver los hematomas que escondía en sus mejillas y brazos e incluso su expresión me dolió. Más cuando le sonreí. Había llegado en el mejor momento y el me hacía tanta falta.

-- Félix... -- Cuando lo llame y le sonreí note como sus mejillas y ese hermoso brillo en sus ojos volvía. Y allí mi felicidad volvió. -- Te lastime, pero puedo reparar eso..¿Quieres ser mi novio?

Simplemente al decirlo el solo sonrió Asintió corriendo a mis brazos. Note lo frágil que se había vuelto y me prometí que nadie lo volvería a lastimar. Porque el ahora me tenía a mí y no lo dejaría solo a partir de ese momento.

Incluso mi corazón latió con fuerza cuando mi menor grito emocionado diciendo que si, cuando le había propuesto matrimonio y sin pensarlo y con lágrimas de alegría escapo conmigo.

Porque amaba verlo feliz y más si esa sonrisa yo la ocasionaba...

Porque Félix se había ganado mi corazón incluso desde la primera vez que hablamos. Y yo no me había dado cuenta hasta ese momento.

 Y yo no me había dado cuenta hasta ese momento

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