Capítulo 5

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London Blackwell se encuentra frente a un pequeño micrófono, desde una plataforma que se alza del suelo. Todos guardamos silencio poco a poco, al percatarnos de la presencia de esta. Tiene unos 47 años. Lleva una coleta alta, tan engominada, que parece que la piel se vaya a romper de un momento a otro. Tiene el pelo negro, con apenas una cana y los ojos grises, fríos. Esboza una sonrisa que parece bastante forzada.

-Respetables habitantes del complejo- su voz suena firme y falta de expresion- hoy, como todos saben, vuelven a nuestro respetado hogar...

-¿Como un hogar puede ser respetado?- susurra Camden y rio.

-...nuestros queridos soldados. Estos que hace ya 3 meses salieron al exterior, para conseguir información, luchar e intentar negociar, hasta llegar a un acuerdo de paz. Hace ya 10 años que estamos aquí, bajo nuestra amada Portland. Viviendo en paz y orden, con la esperanza de que algún dia esta guerra sin sentido se acabe, y todo vuelva a la normalidad.

Su rostro ya no está sonriente forzosamente como antes. Hace una pausa.

-Yo, como representante de esta ciudad, os aseguro prosperidad y paz mientras permanezcamos aqui.

Todos aplauden, pero yo desganadamente. ¿Cómo nos puede asegurar cosas que no están aseguradas? Nunca se la ve, la gente piensa que realmente nunca hace nada, pero eso nunca se sabe.

-En, fin.- prosigue- Les doy mis mejores deseos a todos aquellos soldados que vuelven y todas sus familias. Buenas tardes.- inclina la cabeza y se gira para retirarse.

Se oye el sonido de las puertas que dejan entrar a los soldados. Todo el mundo se gira y se levanta movidamente y se oyen grititos y murmullos. Nosotros por el principio no nos levantamos, pues no esperamos a nadie en concreto. En cuestión de segundos se ha creado un cúmulo de gente frente a la puerta en la que supongo, puesto que no veo nada, se encuentran los soldados. Les echo una mirada a mi familia y a los demás. Todos tienen el cuello estirado para intentar ver algo. Oigo sollozos, que no distingo si son de tristeza o alegria. La curiosidad me puede, por lo que me levanto del asiento y me subo en la mesa. Por encima de las cabezas veo a los soldados. La mayoría son jóvenes, puesto que puede que fuesen las nuevas incorporaciones, aunque otros parecen mayores. De todas formas ninguno parece pasar de los 37 años. Veo a una chica, rubia, con las puntas del pelo un poco quemadas, pero no quemadas con el significado de peluquería, sino quemadas literalemente. Uno tiene un pañuelo enrrollado en la cabeza, tapándole un ojo. Por lo general no se les ve muy mal, puesto que antes de entrar los han tratado. Para que no veamos la realidad. Diviso a Anton Watters, el compañero que mi padre ha mencionado que esperaba a su hija y su sobrino. Está sudando y se acerca lentamente a una chica, que supongo que será su hija. Esta tiene muy vendado su brazo y llora, negando con la cabeza. El señor se abalanza sobre ella y la abraza mientras solloza. Sobreentiendo que su sobrino no ha sobrevivido, por lo que sus lágrimas son de pena y alegria a la vez. Decido bajarme de la mesa, y me percato de que Camden, Aby y Lily están también subidos.

Ya ha pasado 1 hora desde la llegada de los soldados y ahora está todo tranquilo. Supongo que mucha gente llorará sus perdidas, otras estarán pasando tiempo con sus familiares, los soldados descansando junto a sus amigos y familia... Yo estoy en mi habitación, ordenando la ropa por puro aburrimiento. Mi hermana está estudiando. Oigo el sonido del teléfono. Me acerco a la salita y lo cojo.

                                *Llamada Telefónica*

-¿Sí?-Hola, ¿Lauren?-Sí, hola Camden.-Hola.- dice riendo- Oye, nos vemos dentro de unos diez minutos en el comedor, ¿de acuerdo?-Wow, wow, espera, pero... ¿qué pasa? A esta hora no hay apenas nadie alli.-Si, si, lo sé, tranquila. Confia en mi.<<Eso cuesta mucho>>pienso.- De acuerdo pero...-Bah, nada de peros. Tu ve a mi habitación y traete a mi hermana también.-Ay, de acuerdo...-Vale, ahora nos vemos, adios.-A...

                               *Fin de la llamada*

Miro el teléfono y cuelgo. Aqui para llamar a alguien solo hay que marcar el número de habitación. Supongo que él estará en el comedor y habrá llamado desde un teléfono común.

-¡Voy a salir!- grito para quien haya me oiga.

Salgo de la habitación y voy ligera hacia la habitación de los Wilson para buscar a Aby. Una vez alli llamo a la puerta. Espero a que me abran unos cuantos segundos. Me abre la señora Wilson con el cabello suelto, cosa que no suelo ver. Esto deja ver que lo tiene por debajo de los hombros. Me sonrie tan alegremente como siempre.

-Oh, hola Lauren. ¿Buscas a Aby? Porque Camden no está aqui...

-Si señora Wilson, es justo a quien busco.- le devuelvo la sonrisa.

-Bueno, pues está echándose una siesta en su cama, decía que estaba cansada.

-Oh, entonces no importa ya vendré en otro momento...

-No, despiertala, es una holgazana.- dice guiñándome el ojo con un poco de picardia en la mirada, por lo que rio.

Me invita a entrar con la mano. Me dirijo a su habitación que ,al igual que yo con mi hermana, comparte con Camden. Está espatarrada en la cama, aunque extrañamente no despeinada. Sonrio. Le voy a dar el susto de su vida. Me acerco sigilosamente y una vez lo suficientemente cerca salto encima suya. Aby empieza a gritar y me pega tortas, pero estoy muy ocupada riendome como para devolvérselas.

-J*der Lauren, vaya susto me has dado.- dice con cara de pocos amigos.

-Es que te quiero mucho.- bromeo rodeándola con los brazos y me tira al suelo.

Cuando me levanto miro la parte de la habitación de Camden, en la que hay alguna ropa esparcida en la cama. Me acerco mientras Aby se va levantando. Veo unos calzoncillos de caballos y nubecitas y los cojo riendome.

-¿Y esto?- le pregunto a Aby.

Esta se da la vuelta y me mira, riendo conmigo.

-Oh, eso amiga mia es su regalo de cumpleaños al cumplir los 18, cortesia de su hermanita Aby.- contesta señalándose a si misma.

-No creo que le hiciese mucha gracia.- digo sujetándome el estómago de la risa.

-Bueno, de echo me los tiró en la cara y me grito, pero su cara valía mucho.

-Pobre.- contesto intentando calmar la risa.

-Esto es así querida, él aun está planeando una venganza. Me sentí un poco mal, por que él me regaló unos pendientes que dijo que le robó a una loca o yo que sé...

Vuelvo a reir.

-¿Cómo conseguiste esos calzoncillos?

-En el mercado negro. Nos cambiamos cosas que les hagan falta a otros y tal, ya sabes, pues un mercado negro. Como casi todo el mundo se trajo muchas pertenencias propias antes de entrar aqui pues algunos las ponen en venta y eso. Es un lio...

Asiento.

-Bueno, que tu hermano me ha llamado para que fuese al comedor y me ha dicho que te llevase también.

-¿Qué estará tramando?- pregunta terminando de estirar su cama.

-No lo sé, pero vamos que habia quedado en 10 minutos.

Ella asiente y tras peinarse un poco y ordenar salimos de la habitación avisando a su madre. Bajamos en el ascensor hasta el comedor, donde nos espera Camden.

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 Holi!!

Bueno, nuevo capítulo :3 Siento la tardanza, pero es que como estamos en navidad estoy de viaje y no tengo mucho internet, y para colmo estoy resfriada asi que... En fin, votad y comentad si queréis que vaya haciendo un maratón :3 ¿Qué estará tramando Camden? 0.0

Feliz Navidad!! ;)

Votad y comentad!Besos! <3

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