Please... Be Mine!! ✓KookMin *OMEGAVERSE*

C8. El primer amor!

"Respiró hondo,

luchando por mantener
s

us emociones bajo control,
sabiendo que no lo amaba
simplemente en el aquí y ahora,
sino que nunca dejaría de amarlo!"

—Nicholas Sparks

Dos meses pasaron pronto y JungKook había tenido algo de avance en su actitud. 

Se animaba de vez en cuando a participar en las clases o externar sus dudas y al llegar o irse del salón saludaba o se despedía de sus compañeros.

Y aunque el alfa no notara ese cambio los demás si, sobre todo Jin, HoSeok y Tae.

En el almuerzo….

-Hoy había tiramisú de postre.- dijo JiMin, dejando un domo con el postre a un lado del alfa.

-Gracias!- con una sonrisa agradeció JungKook.

-Oye… me he puesto a pensar que…- se calló al ver que alguien llegaba a su mesa.

-Qué hay Jeon?- saludó HoSeok.

El alfa solo movió la cabeza en señal de saludo.

-Hola Jeon!- también Tae estaba ahí.

Dios, de nuevo esa sensación de ser observando por los demás.

-Qué tal sus clases?- preguntó JiMin.

Al parecer, después de pensarselo un poco, la pareja peliroja decidió darle una oportunidad al alfa.

Lo hacían por su amigo.
Si a él le caía bien JungKook, por qué no intentar amistarse también.

Después de todo, tan mala persona no podía ser.

El receso se fue rápido, pero el alfa estuvo callado, como antes.

-Estás bien?- preguntó JiMin cuando todos se fueron y ellos quedaron solos en los casilleros.

-Si, no te preocupes!- contestó el alfa en voz baja.

-JungKook… sabes que eso no es cierto. Te sentiste incómodo por mis amigos?- el alfa miró hacía sus tennis y asintió levemente.

-Quieres que les pida que no coman con nosotros?- el Omega hizo un movimiento rápido y quedó en medio de los brazos del alfa para que lo mirara, con el casillero detrás.

-No… no hagas eso, son tus amigos- el alfa tragó en seco por culpa del Omega.

JiMin al parecer no se daba cuenta de la posición en la que se encontraba con el alfa. 

Tener al omega que hacía latir su corazón entre sus brazos, acorralado como una deliciosa presa... él solito había ido a meterse entre sus fauces.

Sus labios tenían ese ligero brillo rosado que le encantaba al alfa, sus ojitos coquetos lo miraban fijamente… de nuevo ese grito interno por parte de su alfa: MÍO, ES MÍO!

JungKook se separó del casillero y al fin pudo respirar tranquilo sin el aroma del pequeño noqueandolo.

-Vas a tratar de hablarles al menos?- preguntó JiMin, cerrando el casillero a su espalda.

JungKook no podía negarle nada cuando lo miraba de esa forma o hacía algún puchero.

-Si… tra~trataré!- esa respuesta le bastó a JiMin.

Por primera vez desde que habían empezado a hablar, enredó su pequeño bracito por el del alfa y caminaron al aula.

Y cuando entraron al salón y todos los observaron, JungKook se sintió el más afortunado del mundo.