Capítulo 34: "El adiós"

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Una peliazul miraba con nostalgia a un apuesto joven de cabello alborotado que le decía: Ya no me queda mucho tiempo.

Gokú, no digas eso, respondió con voz entrecortada la peli azul.

Es la verdad, mi tiempo se está terminando, no pude lograr que Milk se fije en mí, que me reconozca o que se vuelva a enamorar de mí, no pude ello. Ella se volvió a enamorar, la veo feliz, y ello, aunque no lo creas hace que mi dolor disminuya. Me iré tranquilo sabiendo que encontró a alguien que la ama tanto como yo la amo. Sé que lo que te estoy diciendo te duele, te duele mucho pues tú amas al hombre que está con mi niña, pero la vida es así Bulma, los sentimientos pueden cambiar con el tiempo, y tenemos que aceptarlo y desear lo mejor al ser amado. Tú, tú eres una gran chica, muy inteligente y hermosa, tienes muchos años por delante, no le cierres las puertas a tú corazón, de seguro volverás a sentir amor, un amor diferente al que has sentido por Vegueta, pero te volverás a enamorar, decía con voz entrecortada Gokú.

No sé si me vuelva a enamorar, lo único que sé es que me alejaré para siempre de la vida de Vegueta, eso sí, no me iré de su vida sin tener una última plática con él. Quiero desearle toda la felicidad del mundo junto a Milk, respondió Bulma.

Me parece bien, acoto Gokú, haciendo una pausa para decir: Ya es momento de irme.

¿Qué?, dijo aturdida la peli azul.

Debo volver a ser uno solo y seguir el destino que me toco. Lamento no haber podido ayudarte Bulma, respondía Gokú con voz cansina.

No, digas eso, tú me apoyaste mucho, decía Bulma intentando tomar una de las manos de su amigo, pero para su sorpresa no pudo lograr su objetivo pues su cuerpo empezaba a desvanecerse.

No olvides de buscar a Krilín y decirle que gracias por todo, acotaba Gokú.

No te vayas, aún no, decía Bulma poniéndose de pie, para poder detener a su amigo que cada vez se desvanecía más frente a sus ojos.

Cuídate Bulma, sé feliz, adiós, escucho la peli azul, al tiempo que el cuerpo de su amigo desaparecía del lugar.

No, no, noooooo, decía Bulma con lágrimas en los ojos, mientras miraba las calmadas olas del mar.

Hotel:

Una pelinegra se sentaba de impulso en su cama, mientras sentía una enorme opresión en su pecho.

No comprendo, es una sensación horrible, como de un vacío, pensaba la pelinegra mientras llevaba sus manos a su pecho.

En tanto: "Capital Central"

Un equipo de médicos sintió una especie de aire a su alrededor al tiempo que uno de ellos decía: Volvió.

¿Qué?, decía incrédulo otro, mientras soltaba una sábana que iba a colocar sobre el cuerpo de un joven.

Sus signos vitales, volvieron a aparecer, aunque están demasiado débiles, acoto el médico.

Cierto, dijo otro mientras miraba una pantalla.

Está sufriendo mucho, creo que lo mejor es de una vez...., otro médico.

No, no, a nosotros nos formaron para salvar vidas, no para acabar con estás, decía un médico más joven.

Lo sé, pero llevamos años tratando de hacer que despierte del largo coma en el que entro con el medicamento que hemos creado y no se ha logrado el objetivo, acotaba un médico mayor.

Pero recuerde que..., decía una mujer de bata blanca.

Ese es otro asunto, dijo el médico.

Doctor, solo le pido unos días más, si sus funciones vitales nuevamente caen, prometo no hacer nada para traerlo a la vida, acoto el médico más joven del grupo.

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