EPÍLOGO

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Un apuesto joven cabello de flama se encontraba arreglándose una corbata frente a un espejo, mientras pensaba al tiempo que algunos recuerdos venían a su mente: Llegó el día de unir mi vida a la mujer que fue capaz de enamorarme dos veces, llegó el momento de cerrar una nueva etapa en nuestra historia de amor para empezar una nueva como los señores Ouji. Después de tantos años, después de aquella larga separación que produjo dolor en los dos, pero que también nos hizo madurar, después de tantos años hoy unimos nuestras vidas para siempre, si para siempre. Aún recuerdo la cara de mis amigos cuando vieron a la mujer que había elegido para esposa, bueno, de los pocos amigos que conservaba, pues muchos de ellos se alejaron de mí en cuanto empecé a perderme en el vicio por el dolor que sentía tras mi ruptura con Bulma, su justificación fue que era mala influencia para ellos, otros me salieron con que les causaba dolor que no poder ayudarme y por ello se alejaban de mí. Allí supe quienes en verdad eran verdaderos amigos, pues a pesar de no volver a tener la relación que antes teníamos al menos me llamaban para saber que era de mí. De los pocos amigos que conservé de mi época estudiantil estaban Freezer y Cell, aún recuerdo sus caras cuando los cite en un café después de tantos años para darles el parte de matrimonio, también recuerdo la cara de mi Bulmis, estaba feliz, muy feliz, pues esta vez ya no ocultaba nuestro amor como antes lo hacía.

-.Recuerdo.-

Una peli azul se encontraba sentada en un sofá abrazada a su novio platicando luego que habían terminado de poner los nombres de sus invitados en unas tarjetas de matrimonio.

Ahora solo nos queda enviarlas por correo para nuestros invitados que vienen de otros pueblos y repartirlas personalmente a los familiares y amigos cercanos, decía Vegueta mientras miraba a la peli azul.

¿Repartirlas personalmente?, respondía Bulma.

Si amor, al menos a nuestros familiares, y amigos cercanos, las demás invitaciones que sea el correo el encargado de hacerlas llegar a sus destinos, decía Vegueta.

¿Entonces iremos a Paoz?, respondió Bulma sonriendo.

Me encantaría amor, pero no podemos ir allá, ya sabes es un pueblo muy distante del nuestro y no tenemos mucho tiempo para viajes largos por los preparativos de la boda, por ello en el caso de Milk, Gokú, Dieciocho y Krilín, tendremos que enviarles las invitaciones por correo, al igual que nuestros conocidos, pero en el caso de nuestros familiares y amigos cercanos de esta ciudad tendremos que ir personalmente a darles la invitación, además es una buena oportunidad para presentarnos con la familia, ¿no lo crees?, decía Vegueta.

Presentarnos con la familia, respondió Bulma sonriendo.

Sí, es que todo se ha dado tan rápido en este segundo noviazgo que no hemos tenido tiempo de presentarnos a nuestros abuelos o a los tíos, por ejemplo, decía Vegueta sonriendo.

Cierto, aunque en la primera oportunidad si hubo tiempo, solo que no quisimos hacer más formal nuestra relación, respondió Bulma con calma.

Si amor, eso fue un gran error de los dos, en fin, ello es pasado, y en esta segunda oportunidad que le dimos a nuestro amor, las cosas cambiaron, dijo Vegueta sonriendo.

Sí, todo es diferente ahora, respondió Bulma feliz.

Así es Bulmis, todo es diferente..., bueno que te parece si empezamos hoy a repartir las invitaciones a nuestros parientes.

Bien, dijo la peli azul.

Y a nuestros amigos cercanos, aunque de mi parte solo me quedan dos amigos, respondió Vegueta.

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