Orígenes

Capítulo 22: Viajes temporales

Por alguna razón que no entendía lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos...Liz: ¿Estás bien Yanni?Lágrimas también comenzaron a brotar de los ojos de Liz.Yanni: Estoy bien y ¿Tú?, Debemos asimilar toda la información, pero quiero saber más, investigar más de mi raza y de esas líneas de tiempo paralelas. Liz: Estoy bien, creo, que te parece se viajamos.¿Porque Liz me pidió eso? Liz: Si viajamos estoy segura de que resolveremos nuestras dudas, aunque llevar la máquina de tiempo puede ser una carga, así que dame unos días y la reduciré lo más que pueda sin afectar nada, además debo arreglarla Yanni: ¿Estas segura de que puedes hacerlo?Liz Asintió con la cabeza, de este modo visitaríamos las tres líneas de tiempo para conocerlas y averiguar más de estas, viajaríamos por una semana aproximadamente para no afectar el flujo de tiempo y para entender más paradojas como el "Efecto mariposa", debía leer muchos libros, pero algo no tenía sentido, ¿Qué línea era la que visitó el chimpancé?Durante ese tiempo Liz me presentó por fin a Fubuki, el ente que se encontraba en su interior, mientras los días pasaban seguí entrenando y meditando la información sobre lo que nos encontraríamos en las líneas de tiempo, en la primera podíamos encontrarnos con un mundo muy similar a excepción de los avances tecnológicos y quizá la medicina de la que habló el profesor, en la segunda podría haber más personas con súper poderes e información de lo que le pasó a la raza que poseía los "Ojos" y en la tercera encontraríamos destrucción y quizá a los entes de esa línea temporal, aunque, en todas corría el riesgo de encontrarnos con "nosotros" eso debía evitarse a toda costa, Alaric, Aukan, Hannibal y yo hablamos acerca de la situación, nadie sabía lo que había pasado, durante la guerra llegó un momento en el que Biowool pidió la retirada, duró unos meses la guerra pero muchos enemigos habían caído y el país estaba en riesgo de ataques, pero después todo se tranquilizó, debido al suero. Alaric y Aukan se ofrecieron a ayudarme a perfeccionar el "Flame Burst" y el "Thunder Death" ya que se basaban en el fuego y la electricidad, Hannibal me mostró a usar la espada de doble filo que había en mí capsula y a mantener los clones por más tiempo. Un día fui al pueblo y me encontré a la anciana, ella me dijo:Anciana: Deben venir a la feria, será en dos semanas, y será mejor que hables con Diana, se ha estado esforzando mucho, habrá juegos, comida y muchas cosas interesantes, te encantará.Diana no era el problema por ahora, por cierto, cada día en el periódico se hablaba de ese "Asesino del tiempo" y del detective que estaba detrás de su pista, visité la biblioteca y al entrar el encargado me detuvo, una persona un poco mayor, diciendo que me estaba esperando, todo era muy extraño pero al querer preguntarle me entregó un libro muy antiguo, y dentro pude encontrar algunos secretos de mi raza, al parecer todos se encontraban extintos y el último ejemplar del que se tenía registro, era de un tal Azubuike...Pasó una semana y antes de partir le entregue a Liz su Catana y entrenamos un poco con ella, Liz estaba lista para usarla, se había vuelto realmente fuerte. Liz: Muy bien te mostraré que le hice a la máquina del tiempo.Ella parecía muy ansiosa, siempre era muy atenta y le gustaba que la reconociera por sus éxitos.Liz: Sabía que llevarla iba a ser una carga muy grande, así que usando los principios del profesor cree estas capsulas.Eran muy pequeñas, cabían en una bolsa, Liz era ingeniosa y talentosa, aún no sé cómo creo tales capsulas.Liz: No tuve mucho tiempo así que solo pude hacer 4 tomando la ida y el regreso, no tendremos más, funcionan de este modo, tomas una, la lanzas contra el suelo para que se rompa y se creará un portal, en teoría...Tomé la primera capsula y la lancé al suelo, al romperse creó un portal y entramos en él. Estábamos dentro de un vórtice muy colorido, una vez dentro Liz me preguntó acerca de las líneas temporales, le dije que debíamos ser muy precavidos, al salir de él nos encontramos en la primera línea paralela, salimos en un patio grande, todo era muy familiar y lo reconocí pasados unos minutos, aunque. Yanni y Liz: ¡Mi escuela!