***
—No no no no. —Caminé a mi alrededor buscando las paredes del cuarto. Nada—. Esto no puede estar pasando. –Me acurruqué «esto es solo una ilusión, es imposible estar aquí cuando aún no me he dormido... » pensé asustada, acuné mi cabeza entre mis manos cubriendo mis oídos. Pensé en alguna forma de salir de allí, y no se me ocurrió nada.
Recordé casos en los que ciertas enfermedades mentales llevan a la persona a sentir que alguien los persigue o que ven ilusiones mezcladas con la realidad, dificultándoles definir lo real de lo irreal. Mi caso era diferente, como si mi pesadilla fuera otro escenario alterno al mundo... algo de lo que nunca encontré una referencia, más por mi miedo de sentir que me volvía loca. Abrí los ojos, seguía en el mismo lugar. Bufé y me tiré de espaldas al suelo. En ocasiones, cuando era menor y aún intentaba experimentar con mi sueño, me gustaba tirarme entre los límites de la gravedad y jugar... de cierta forma hubo una época en la que me parecía divertido.
Me incliné un poco más hacia atrás sumergiéndome en el inexistente suelo, si pasaba de cierto límite, caería hacia la otra dirección. Llevaba años sin hacerlo y dudé por un segundo, consideré mis opciones y no me quedaba más que hacer, no tenía ganas de correr. Hundí mi cabeza y torso con firmeza y dispuesta a experimentar la caída, de inmediato una fuerza tiró de mi parte superior haciéndome caer en picada y de cabeza al próximo límite.
La sensación de vacío en el abdomen, el viento a mi alrededor, mis brazos, piernas y cabeza inclinados hacia atrás, el cabello enredándose en sí mismo, mi rostro al descubierto.
Todo cambia a medida que voy cayendo y veo como, a medida que avanzo, el ambiente va cambiando de color, como si estuviese atravesando el haz de luz de un arcoíris. Obscurece, ahora todo es negro nuevamente... veo el vacío aproximarse y cierro mis ojos lentamente, de cierta forma, disfrutando la sensación.
Estoy estática allí, la sensación me agrada de momento; esta vez puedo pensar claramente, sin molestias... no... «eso no me gusta»... tener las ideas tan claras en mi mente y disponer del tiempo para preocuparme por ellas no me gusta. Cubro mi cabeza con mis brazos mientras cierro los ojos con fuerza, el agudo silbido del silencio me ensordece.
Un hilo de frío recorre mi mejilla, respiro profundo intentando tranquilizarme, me acurruco aun estática en aquél espacio, aprieto las piernas contra el pecho, las aprieto más. Me falta fuerza para despertar de esta tranquila pesadilla.
Quiero acabar con eso que late dentro de mí, con éste nuevo sentimiento.
Vuelve el silencio y progresivamente resalta el latir de mi corazón distrayéndome de mis pensamientos. Otro sonido distante llega a mis oídos... contrasta con el de mis latidos, abro los ojos y me doy cuenta que estoy suspendida a pocos centímetros de un estanque... el sonido lo producen gotas caer sobre él.
Desde el fondo del estanque crece una luz que progresivamente ilumina todo de un tono plateado que lucha con las sombras a mi alrededor. Puedo notar que aquella luz no me ha tocado a mí y que, en aquel espacio, sigo siendo una sombra amorfa que ahora flota. Y mis cabellos, enredados, se estiran hasta unos pocos centímetros del estanque...
Siento helados hilos recorrer mis mejillas. Limpio mi rostro con las manos y quedan rastros de líquido plateado que pronto se empieza a acumular en mis palmas. Al dejarlos caer noto que es el origen del sonido que me hizo abrir los ojos. No sé desde cuándo empezaron a fluir: hilos plateados recorren mi cuerpo como raíces que caen desde mis ojos y se unifican en una perfecta corriente que se conecta con el estanque.
Creo... creo que estos hilos son mis sentimientos...
Siento como poco a poco pierdo el conocimiento e intento luchar con la sensación, pero se siente más como si me estuviese agotando, como si hubiese corrido una maratón... siento que me quedo vacía.
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Empty Space
Science Fiction¿Alguna vez han tenido sentido ansiedad? No la ansiedad de haber hecho algo mal, sino la de no saber qué pasa y porqué. Esa ansiedad que va consumiendo el ser poco a poco. A Eri Wright, cada año se le "manifiesta" un sueño repetidas veces. Hablar ac...