–¿Qué quieres Mattew? –Lo miré con desprecio por el diminuto espacio entre la puerta y la pared.
–¡Oye!... ¿qué?... ¿no eras la que ayer decía que no quería estar sola y yo no sé qué más? –Se alejó un poco enojado de la puerta mientras sacudía una bolsa– ¡Pues mis Moffins y yo nos largamos de acá!... y yo todo considerado trayéndote postres –susurró entre dientes.
–Ya está bien, está bien... pueden entrar los Moffins y su lacayo.
–Ja... ¡nos largamos definitivamente!
–¡Mattew!, no seas quejetas por favor. Ya... pasa. –Le abrí la puerta completamente y siguió directo a la cocina, bajó dos platos y dos vasos de la repisa, sacó el jugo de la nevera y sirvió el postre– claro, como guste el señor, me faltó decir "siéntase como en su casa"... pero ya no es necesario.
–Que conste, debo admitirlo, Eri... eres un dolor de cabeza, pero hiciste falta hoy en la escuela. –Guardé silencio un segundo esperando a ver con qué más saldría–. Ya al final de la jornada las cosas se pusieron muy raras sin ti y Caleb, como que todos ponían atención en clase...
–Así que si estoy yo, no ponen atención... ¿o qué?
–No precisamente, pero al menos los profesores no están interrumpiendo las lecciones para decirte que prestes atención.
–En ese caso, siento mucho que hayas tenido las mejores clases de tu vida Mattew... nunca me imaginé.
–Sí, como sea... Emily quería venir hoy. –Me miró fijamente–, pero primero quería comprobar cómo seguías antes de traer a alguien a la casa.
–¿Y cuál es el veredicto?
–Aprobado de momento. –Nos sentamos en la sala–... ¿Quieres hablar?
–Tu siempre quieres que hable...–dije un poco fastidiada–, todos quieren lo mismo, lo que pasa es que no sé qué se supone que es lo correcto decir.
–Ese es tu problema Eri, deja de intentar decir lo correcto. –Hizo una pausa–. Lo "correcto" no siempre es lo adecuado. –Bebió de su jugo y lo puso en la mesa– ¿Entiendes?
–No Mattew... créeme que no lo entiendo. –Dejé mis onces en la mesa y me tiré de espaldas en la silla–. Ya estoy cansada de intentar entender toda ésta basura que pasa por mi mente.
–¿Y si te desahogas?
–No te preocupes, el próximo miércoles tengo cita con Loraine.
–¿Qué? –dijo visiblemente sorprendido– ¿por qué tú nunca me dices éstas cosas?
–Pensé que eras adivino –dije irónicamente e ignoré su reacción– Además mamá siempre te dice todo antes que a mi... simplemente no quería hablar del tema, ¿sí?
–Ni modo, a tu mamá le preocupa mucho todo el asunto –Asentí a su afirmación–. Bueno, yo la verdad si noté que algo te molestaba, pero con lo de Caleb... creí que era eso.
–Pues... también –afirmé–. Son muchas cosas, tal vez...
–¿Qué?
–¿Y si...?, a lo mejor sí me estoy volviendo loca, Mattew –dije sin más, obedeciendo un poco su consejo–. Yo como que ya no llevo las riendas.
–Si empiezas con eso otra vez, terminarás igual que cuando éramos niños Eri.
–Jajaja, lo dices como si de niña tuviese los "qué" pensamientos existenciales.
–Pues no, pero si te preocupaba ser una loca... y un día como que, no sé, ya empezaste a creer que así es como debías ser y te perdiste.
–¿Qué dices?... si siempre he luchado contra ésta locura incesante.
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Empty Space
Science Fiction¿Alguna vez han tenido sentido ansiedad? No la ansiedad de haber hecho algo mal, sino la de no saber qué pasa y porqué. Esa ansiedad que va consumiendo el ser poco a poco. A Eri Wright, cada año se le "manifiesta" un sueño repetidas veces. Hablar ac...