「❝Cortos Arg/Chi ❞」》Countryhumans Fandom《

◤Boda◢

Aclaración rápida para que no se pierdan: En este mundo (mi mundo) existe la contra parte tanto femenina como masculina. Para que no se descoloquen con el comienzo, o con la historia en sí.

Disfruten <3

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Unos gritos se escuchaban por casi toda la capilla donde se realizaría la maravillosa unión entre dos personas que se amaban. O al menos así se supone que funciona.

Los gritos provenían, en realidad, desde fuera, en donde se haría la fiesta de celebración.

-¿¡Cómo que están en otra boda!? -gritaba paranoica una portuguesa vestida con un hermoso vestido verde botella. Detrás de ella venía un portugués y un brasileño intentando calmarla para que no se tirara ningún pelo de su peinado en forma de coleta, lo cual era difícil ya que ella no dejaba de moverse.

Por otro lado, una francesa con un vestido negro y su típica boina estaba casi peleando a puños con la, tal parece, diseñadora de boda al esta decir que si los novios no aparecían todo se cancelaría, pero por eso no peleaban, sino que lo hacían porque, aun cancelando la boda, quería que le pagaron de todas maneras. Y la francesa, como toda mujer media (muy) tacaña, no estaba de acuerdo. Y, a un lado de la francesa, estaba su pobre esposo que a duras penas y podía detener a su amada de llevar a la diseñadora al hospital.

A lo lejos, estaban un estadounidense, un colombiano y una paraguaya intentando encontrar a los novios.

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Argentina se sentía agobiado, apenas y podía respirar. A cada segundo se soltaba su traje negro y miraba por la ventana viendo a alguno de sus hijos jugando con los perros.

-Hey -lo llamó alguien, él se asustó y dio un saltó al no haberse esperado que lo llamaran, se dio la vuelta y, afligido, observó a su contraparte que le miraba preocupada por su estado actual-, tranquilo ¿si? Es normal que te sintás así -intentó dar un poco de ánimos la argentina con un vestido celeste-. Digo ¡es una boda! ¡y no cualquier boda! ¡la de vos! -dijo animada haciendo énfasis en lo último dicho-. Así que intentá calmarte, che, que yo, la más grosa, estoy aquí para ayudar. -terminó de decir orgullosa, sacando una pequeña risa de su contra parte masculina.

-Ya sé, es solo que...

-No me digás que lo querés ver -dijo la chica, y al notar que estaba en lo cierto, dio vuelta los ojos y se fue a recostar al gran sillón que había en la habitación, y cuando lo hizo, dio un suspiro exhausto- Si que sos un puto dolor de cabeza, boludo -se quejó alargando la última palabra- ¿tanto te cuesta entender que él está bien? No se va a morir por no verte, y vos tampoco, así que cortá la bocha ¿querés? -terminó diciendo lo último mirando amenazadoramente a quien le provocaba una migraña, persona la cuál ya no estaba en el anterior lugar, sino que ahora estaba cerca de la puerta con la mano en la manilla a punto de abrirla.

Lentamente, se dio vuelta para ver a la de vestido celeste y, al darse cuenta de su acción, sacó de manera rápida su mano del picaporte y miró a otro lado con una sonrisa inocente haciendo como que no había intentado escapar por cuarta vez para ver a su novio.

-¡Pero la puta que te parió Argentina! -le gritó la única mujer en la habitación- ¡Ni dos putos segundos pudiste soportar, la concha de tu hermana! -le dijo molesta levantándose del sillón y acercándose peligrosamente al del sol en la cara- Mirá forro de mierda, para la próxima le aviso a México que te intentaste escapar y ahí sí que serás hombre muerto -le amenazó, haciendo que su contrario le mirara con terror y comenzara a asentir de manera rápida por lo asustado que estaba de la contraria-. Bien -sonrió, como si nada hubiera pasado- ahora si me disculpás voy a enborracharme hasta que pierda el conocimiento -dijo acercándose a la puerta y abriéndola-. Ah, y si descubro que intentaste salir, ya sabés lo que te espera -le advirtió por última vez cerrando la puerta de un portazo y dejándola con seguro por las dudas.