Nieve

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   Chile nunca ha estado en la nieve, o al menos no que él recuerde.

   Siempre ha estado encerrado en cuatro paredes o, de no estar encerrado, a estado ocupado tanto tiempo que se le ha olvidado tener unas vacaciones decentes.

   Y a eso Argentina le molestaba.

   Le molestaba tanto como para raptar a su pareja y llevarlo a descansar a la nieve sin importar que el viaje fuera lo suficientemente largo como para que el chileno se diera cuenta que no solo que lo habían raptado, sino que también lo estaban llevando hasta la otra punta del mapa.

   —¿Ya llegamos? —preguntó el chileno dando vueltas en el asiento tratando de acomodarse de una manera que no le haga doler la espalda.

   —Por décima vez ¡No! —exclamó el argentino ya molesto de la insistencia de su pareja—. Juro que si me volvés a hacer esa pregunta de mierda te tiro del auto.

   —Ya oh —dijo Chile quedándose quieto al fin.
Estuvieron en silencio durante un buen rato siendo el único ruido la música que el argentino siempre ponía cuando salía a un viaje.

   —Arge —dijo el chileno, escuchando el suspiro de completa molestia que dio el argentino.

   —¿Qué? —gruñó Argentina.

   —¿Me puedo quitar la venda al menos? —preguntó dándole unos pequeños coletazos a Argentina tratando de llamar su atención.

   —Por doceava vez, no —le dijo el albiceleste esta vez de manera un poco más calmada, haciendo que el tricolor se preguntara si lo hizo porque o ya se había cansado de él o porque ya había perdido toda la cordura alguna vez existente. Si lo piensa bien, lo más probable es que sucedieron ambas casi una después de la otra.

   —Bueno —contestó, para así, mínimo, dejar descansar al argentino una hora más de preguntas de las cuales ya sabía la respuesta.

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   Se suponía que se iba a quedar callado, pero no pudo no hablar después de que sintió casi como si el auto hubiera explotado.

   —¿Arge? —trató de llamar la atención del argentino, esperó unos segundos hasta que solo escuchó un suspiro de irritación de su pareja, seguido de unos insultos— ¿Qué pasó?

   Argentina se giro para ver al chileno, tratando de calmarse para que no le dé algo después de que el auto se haya roto casi a mitad de la nada. Creyó que mirar a Chile le calmaría, lo cual, en parte, sí pasó, pero después se volvió a acordar de lo que sucedió y volvió a molestarse.

   —Deja reviso —fue lo único que contestó, saliendo del auto tiempo después para así esta vez quejarse del frío que hacía afuera.

   Chile solo sonrió divertido debido a las quejas del argentino, aunque de igual manera estaba un poco inquieto. No le agradaba mucho la idea de estar varado en un lugar que no solo no conocía, sino que tampoco podía ver debido a la venda que tenía puesta.

   —Oye, chanchito —llamó la atención el chileno, recibiendo un “mhm” de parte de su pareja, diciéndole que podía proseguir— ¿Ahora sí me puedo quitar el coso?

   El argentino dejó de moverse un segundo pensando en qué responder. Si le decía que sí, toda la sorpresa que tenía preparada podría irse a la mierda, pero si le decía que no, Chile podría comenzar a ponerse nervioso y tener algún ataque de ansiedad.

   —Eh… Podés, uh… ¿podés aguantar unos minutos más? —le preguntó, o más bien le rogó el argentino a Chile, tratando de apurarse en arreglar el auto.

「❝Cortos Arg/Chi ❞」》Countryhumans Fandom《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora