Las afrentas de sangre

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Albus Dumbledore había pasado casi toda su extensa vida entre los muros de Hogwarts, viendo como generaciones de estudiantes desarrollaban su magia frente a sus ojos celestes; durante años en el antiguo castillo había conocido personas tan diferentes como el oro y la sangre, que año tras año nutrían a las paredes de magia que daba vida al castillo

Conocía magos capaces de grandes hazañas, animagos y criaturas, alquimistas y pocionistas, squibs con dones mágicos ocultos y muugles que se habían casado con magos adoptando el extraño modo de vida de los mágicos; pero entre todas las personas que había llegado a conocer, Albus podía contar con los dedos de las manos aquellas que le despertaban curiosidad, un hambre profunda de arrancarles sus secretos uno a uno hasta descubrir las verdaderas motivaciones que escondían en lo profundo de su alma

El primero había sido Gellert, pero ambos habían atravesado tantas desgracias juntos que volver a preguntarse por su amante solo lo regresaría al dolor; luego fue Tom, que vino y se fue igual de huraño como el primer día, pero siempre con una chispa de poder en el aura que lo rodeaba, era oscura e imposible de esconder, talvez por eso se había ganado la lealtad de las serpientes

Luego vino Severus, que había convertido su magia en un acero filoso que lo rodeaba y lo protegía del hostil mundo que lo rodeaba, Bellatrix, aquella Black que escondía la locura tras los ojos y que no tenía comparación cuando subía a la tarima de duelo o entraba en la arena de combate, aplastando a cualquier oponente con sus brazos llenos de cicatrices

El ultimo había sido Sirius, el primo rebelde e implacable de Bellatrix, que llevo al extremo la rebeldía que Albus había visto en muchos adolescentes que vivieron en el castillo; se parecía muy poco a cualquiera de su familia que llego a conocer, prefería los puños antes que la varita, los enérgicos leones antes que las elegantes serpientes y la compañía de un variopinto grupo de amigos que su madre nunca llego a aprobar

Desde la partida de Sirius en ese ultimo año lleno de revuelo, había vivido en un constante estado de aburrimiento, viendo como generación tras generación de estudiantes mediocres se graduaban memorizando los hechizos y mostrando las cicatrices que les habían dejado los partidos de Quidditch como si fueran heridas de la guerra que sus padres habían luchado. Luego vino Tobías, pero cuando pensó que había encontrado el futuro de sus intereses, se encontró con un mago de una magia muy poderosa, pero de un carácter que distaba mucho del de su padre y madre

Tobías tenía una magia poderosa pero un alma hueca

Todo fue repetitivo hasta que la niña de apellido Vasilis había aparecido en la selección, sorprendiendo a Albus con cada detalle de su esquelética figura y la manta oscura que cubría su piel moteada

Hubiera querido que el sombrero le revelara algo de la misteriosa niña que se le había presentado, pero el sombrero siempre guardaba un silencio sepulcral en el estante más alto de su oficina, tendría que buscarse las respuestas con su propio esfuerzo; no hubo una sola persona de apellido Vasilis, y que estuviera viva, que pudiera ser su familiar y su nombre había sido anotado en el libro con una tinta oscura que reflejaba de forma espectral las velas que iluminaban la pluma

Su mente no poda ser traspasada ni con su mas grande esfuerzo y su rostro aparecía distorsionado en los recuerdos de los demás estudiantes, que pensaban en ella con la mente sumergida en una bruma que Albus no podía navegar. Si no era su mente, pues seria su magia la que tuviera que contarle la historia de tan particular personaje

Los gemelos Wesley vivían rodeados por un manto de magia vivaz que hacía casi imposible diferenciar entre el alma de uno y otro, Severus se había construido una armadura y Tom un arma, Narcisa convirtió a su magia en una mascota que era controlada por ella y Bellatrix se había dejado consumir por la locura que invadía su poder; pero la magia de Melinoe Vasilis parecía carecer de forma o de carácter, era solo una ilusión que desaparecía tan pronto como el creía entender el alma de la pequeña

¿Quién es el elegido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora