Capítulo 2 Apetito incontrolable

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Después de la inesperada tormenta el mar se encontraba con una calma mortal, en la orilla una persona estaba arrojada sobre su espalda con los ojos cerrados, tenía la imagen de estar en un sueño bastante profundo, He Xuan había estado vagando los últimos días, estuvo esperando su dulce venganza por tantos años, su plan fue tan detallado y preciso que pasó desapercibido a los ojos de los mismos oficiales celestiales, pensaba que después de todo se encontraría tan complacido, pero, por alguna razón no lo estaba.

No podía dejar de tener en mente el rostro aturdido de Shi Qing Xuan, su expresión de angustia, y sobretodo, sus disculpas sinceras por algo que no le competía, trato, realmente intentó no involucrarlo, los asuntos que tenía pendientes eran con su hermano, realmente él no tenía la culpa, ¿Podría ser que después de todos esos años realmente lo consideraba su amigo?

Alejó rápidamente ese pensamiento de su cabeza, el era un rey fantasma, los oficiales celestiales temblaban ante su presencia y todos respetaban sus terrenos, ¿porqué se preocuparía por ese insignificante detalle? Shi Qing Xuan solo era un daño colateral, es cierto que no sabía nada del plan, pero aún así era gracias a el que sus desgracias comenzaron, gracias a Shi Qing Xuan lo perdió todo, y eso esa era algo que no podía ser cambiado.

Se levantó desganado de la arena, debía buscar algo de comer pronto, el hambre lo estaba invadiendo y cada vez comenzaba a sentirse más débil, dibujo una matriz de comunicación y la abrió, no recordaba el destino que fijo, pero en cuanto cruzó esa puerta, se sorprendió de el mismo ¿la capital real? ¿Qué estaba haciendo ahí? estaba tan aturdido que no pensó su destino, y la capital fue su primer pensamiento, debía ser culpa de Shi Qing Xuan que lo arrastraba para comer y beber siempre que podía, así que relacionó el hambre con ese lugar, eso debía ser. 

Su apariencia actual era demasiado llamativa, si mencionar que "él" debía encontrarse en el mismo lugar, por lo que decidió cambiarse, no era tan bueno como Hua Cheng para cambiar su apariencia, pero como rey fantasma tampoco era una tarea complicada, tomó la apariencia de un niño de no más de 10 años y con ropas desgastadas, no tenía nada de dinero en ese momento así que si quería mendigar, quizás con esa apariencia fuera más fácil, siempre obtenía bastante dinero para un gran festín, por lo que no le parecía incorrecto.

Escogió una esquina y con ojos tristes comenzó a pedir dinero, como odiaba hacer eso, un rey fantasma rebajado a que, ¿a un mendigo? pero ya debía tanto dinero que no quería pedir más, quizás era más fácil robar, terminar con la vida de cualquier joven amo para arrebatarle una pequeña fortuna no era una tarea complicada, pero por alguna razón no se encontraba de humor.

Una señora regordeta que olía a perfume barato y estaba cubierta en capas y capas de maquillaje se acerco con un rostro repugnante lleno de falsa misericordia: "pobre pequeño, tan joven y sufriendo así, toma esta moneda, anda y compra algo para que puedas comer, estas muy flaco" 

Las personas que rodeaban a esa persona regordeta comenzaron a alabarla: "la gran señora tiene un alma tan bondadosa", "como se esperaba de la señora siempre viendo por los demás" Con una sonrisa de satisfacción se alejó a grandes zancadas, mientras cotilleaba con la gente que la seguía.

"Asqueroso" murmuró He Xuan,mirando las monedas que acababan de darle y solo le había dado unos centavos, la moneda más barata.

Llevaba en esa sucia esquina no más de media hora, pero ya tenía lo suficiente para una comida sencilla, al menos eso debería bastar por ahora, terminaba de contar sus monedas cuando levantando la vista se encontró con los ojos de otro niño, tendría al rededor de 14-15 años y estaba acompañado de una pequeña pandilla: "Con que tienes las bolas de estar en nuestro territorio", He Xuan decidió ignorarlos, no se le apetecía asesinar a nadie el día de hoy, tenía demasiada hambre.

Entre vientos y mareas (TGCF Shi Qing Xuan, He Xuan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora