¿Es necesario hacer esto?
No me gusta tener que recordar este suceso de mi vida, pero tengo que hacerlo ya que es necesario para entenderme.
Hace tres años yo estaba en la escuela intermedia, en noveno grado. En ese instante yo solo tenia 14 años, era una adolescente que no tenia experiencias previas en el área del amor. También a esa edad es cuando las hormonas se van activando lentamente, pero todavía no han "explotando" completamente. Y agradezco que no hallan estado activadas completamente, porque sino la historia seria totalmente diferente.
En séptimo grado conocí a tres de mis cuatro mejores amigas, Amaris, Himyari, Nana; a Niños la conocí en décimo grado. En séptimo grado tambien conocí a Leibda.
Desde entonces fuimos grandes amigo y desde ese entonces hasta el presente, nos entendimos perfectamente. Aveces mis amigas me decían que era sorprendente la manera en que Leibda y yo hablábamos y en la manera en que yo sabia lo que el quería decir en cualquier momento. Himyari siempre me decía que era raro que ese tipo de entendimiento se diera entre un chico y una chica; pero para mi era algo totalmente normal.
Mi amistad con Leibda era tan grande que habían instante en los que yo misma llegaba a pensar, que yo le gustaba a él; pero el a mi no me gustaba. Por esa razón siempre lo trate igual, hasta que llegamos a noveno grado.
A mitad del año escolar en noveno grado, comienzo a sentir algo diferente por Leibda; pero nunca supe en concreto que era. En ese entones yo solo tenía 14 años y todavía no sabia distinguir mis sentimientos. ¿Que se podía esperar?
Un día decidí decirle lo que sentía a Leibda, pero el no sentía lo mismo por mí. Él me dijo que era mejor seguir siendo amigos.
Como ven... La "friendzone" no es solo para los chicos, las chicas también nos ponen en la zona del amigo; de dónde nadie que se sepa a podido salir.
Yo acepté su decisión, aunque nuestra amistad nunca volvió a ser la misma.
Luego de que yo le dijera mis sentimiento, que ahora que lo veo, realmente Leibda no me gustaba, el cometió un pequeño gran error. En medio de una discusión con un grupo de la escuela, sin pensarlo, el hizo públicos mis sentimientos hacia él. Tengo que admitirlo, eso me dolió demasiado y por eso no me gusta recordalo, ni dar muchos detalles de esa parte. Fue un golpe muy bajo.
Al instante de él darse cuenta de lo que acababa de hacer, fue directamente dónde mi a disculparse. Vino a rogarme con los ojos llorosos, que le perdonara lo que acababa de hacer. Aunque a mi me dolió mucho lo que hizo, lo perdone; porque yo sabía que no lo había hecho a propósito, él no era ese tipo de persona. Eso sí, la disculpa no quitó el dolor.
Desde ese instante nuestra amistad nunca fue la misma. Sí, seguimos siendo amigos pero todavía teníamos ese recuerdo. Afortunadamente ese verano se encargó de hacernos curar y olvidar un poco lo sucedido en noveno grado. El espacio le hizo bien a nuestra amistad.
Ahora ya saben ese triste recuerdo y el comienzo de mi amistad con Leibda, pero se preguntarán que también paso hace un año atrás.
Esta último suceso tiene que ver con Leibda, pero no directamente.
El año pasado pues tenia 16 años, estaba en plena adolescencia; pero para tener esa edad era bastante madura y era mejor definiendo mis sentimientos.
Ya casi estaba a punto de acabar ese año escolar y comenzar el verano. Un día había salido temprano de la escuela y Ninosh Himyari, Amaris, Leibda y otros nuestros amigos, decidimos ir al parque cerca de la escuela para correr patineta. Del grupo de amigos que estábamos las únicas que no estabamos corriendo patineta eramos Himyari y yo. Ambas estábamos sentadas en el área de los juegos (sube y baja) y de repente se me ocurre la idea de jugar un juego. Yo sugerí que jugaramos a las diez preguntas con respuestas sinceras. El juego era simple, consistía en hacer cualquier tipo de pregunta y se tenía que contestar con total sinceridad.
¡No se podía mentir!
Comenzamos con preguntas bobas, preguntas fáciles de contestar. Preguntas como:
¿Has pensado un futuro a largo plazo con tu novio?
¿En algún momento haz querido golpear a un maestro?
Preguntas como esas, pero luego yo hice una pregunta un poco graciosa pero al mismo tiempo incómoda. Yo pregunté: ¿Has tenido el pensamiento de tener relaciones con tu novio?
Yo le hice esa pregunta a Himyari solo por curiosidad y ella me contestó muy sincera, riéndose y confiada. Sin darme cuenta, al yo hacer esa pregunta, puse la confianza en ambas de hacer preguntas mas fuertes y personales.
Después de varias preguntas, ya me había quedado sin ideas de que preguntar; así que le dije a Himyari que si tenía mas preguntas, que las hiciera porque ya yo no tenía.
Ella dijo: "Esto quizás sea raro, pero es una duda que tengo desde hace tiempo y no se si preguntarlo"
Yo le dije que no había problema, que nuestra amistad era ya de bastantes años y ella me podía preguntar lo que fuera.
Su pregunta fue:"Michelle, ¿a ti te gusta Leibda?"
Yo me quede en un completo asombro, me esperaba cualquier tipo de pregunta, excepto esa. Era algo que no estaba prepara para contestar.
Me puse a pensar en mi respuesta, tenía que estar segura de que iba a decir. Era un tema en el que anteriormente no me había ido bien. ¡Ya se los conté!
Mientras estaba pensando en que iba a contestar, algo en mi interior me hizo mirar hacia donde estaba Leibda. Tengo que admitir que me le quede mirando fijamente, mirando su sonrisa al estarse divirtiendo con su patineta. No sé, creo que me gusta verlo cuando esta felíz y sonriendo. Se ve muy bonito cuando sonríe de felicidad.
Decidí contestar lo mas sincera posible, ya que de eso se trataba el juego y era mi mejor amiga. Le dije que no estaba muy segura, en eso mire a lo lejos a Leibda, y le dije que si me gustaba.
Ella por alguna extraña razón se puso demasiado feliz y entusiasmada con mi respuesta y no sabía la razón de su reacción. Ella comenzó a hablar demasiado rapido, diciendo:" Hay que bueno. Es que ustedes siempre se han entendido demasiado bien, tu siempre lo entiendes. Ustedes se verían bien juntos"
En ese instante pues se sentía bonito que Himyari dijera esas cosas, pero en el fondo yo sabía que eran puras palabras. Nunca iba a pasar nada entre nosotros, ya que yo nunca le iba a gustar a Leibda. Eso era imposible, un ejemplo es lo que me pasó en noveno grado.
Luego de que Himyari se calmara un poco, gracias a mis súplicas de que respirara y se calmara. Empezamos a decir varias palabras cambiando de tema, pero algo nos interrumpió. Todavía no habíamos terminado de hablar sobre Leibda, cuando de repente, desde la cancha en dónde estaban corriendo patineta, alguien grita mi nombre.
Me giro para ver quien es y me sorprendí porque el que me estaba llamando era Leibda, justo de quién estábamos hablando.
Leibda me hace señas para que valla a donde él y yo lo hago. Él me dice:"¿Hey Michelle quieres que te enseñe a correr patineta?"
Yo sinceramente no quería porque tenia miedo a caerme, pero él me dijo que no tuviera miedo, que él iba a esta a mi lado y que me sostendría de las manos. Decidí confiar en él y me monté en la patineta agarrándolo de ambas manos. Mientras lo hacia él estaba sonriendo, igual que yo. Luego me bajé, lo observé como él corría patineta y hasta bromeé con el y el resto de las personas.
Como ven, mi pasado no es muy bonito en partes y es bastante complicado. Esos son alguno de los momentos que no me gusta recordar.
Por lo menos yo soy una persona que aprende de sus errores y no los comete dos veces.
Bueno... Eso espero.
Por lo menos en el presente me va un poco mejor.
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Den su opinión sobre la historia. ;)
Saludos
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A tí y a mí nos pasó
RomancePRÓLOGO Alguna vez no les a pasado que para ustedes mismo y para sus conocidos, ustedes son unas personas normales. Una persona divertida, alocada y animada en todo momento, lo único malo era... Nunca dejas de ser un simple humano que comete errore...