The Vow

Capítulo 14: When you've been gone

Luthor miro fastidiado al presidente de Oscorp, Norman Osborn era un hombre detestable y enfermo que haría cualquier cosa por poder, hace algunos años Osborn sin duda era un hombre admirable, pero desde que su hijo había contraído aquella enfermedad desconocida y mortal, no era más que un patético hombre desesperado. Y ningún hombre era más fácil de manipular que un hombre desesperado.

-¿Estás seguro que la sangre de Spiderman podrá curar a mi hijo? – volvió a cuestionar

-Por supuesto. Sin duda la sangre de Spiderman es muy poderosa, Stark no deja que nos acerquemos demasiado a su protegido pero con los pocos datos que hemos podido obtener. Sí obtienes la sangre de Spiderman, podrás curar a tu hijo. Solo debemos asegurarnos de fabricar el suero indicado- indicó, mostrando algunos gráficos su Tablet- tenemos buenos científicos a nuestro cargo, solo debes asegurarte de conseguir a Spiderman vivo, e Hydra hará el resto-

-Ya manipule los resultados de ADN que me pediste- Norman en verdad no quería aliarse con Hydra-

-Hydra no juega Norman. Lo que hiciste fue solo una prueba para demostrar que valías la pena de ingresar a nuestro círculo. Spiderman es al que necesitamos y si realmente quieres salvar a tu hijo, nos traerás al protegido de Ironmam- Lex se estaba cansando de la indecisión del magnate- después de todo has visto lo que Hydra fue capaz de hacer. Fuimos capaces de crear un ser vivo de tres padres y no solo eso, el niño no mostró deformación alguna, a pesar de ser un verdadero monstruo. No solo eso, también pudimos mezclar el ADN de un kryptoniano y un humano. Imagina lo que podríamos hacer con la sangre de Spiderman. Únetenos y salvarás a tu hijo.

Lex no espero una respuesta del hombre, simplemente dejó su tableta con la imagen de Spiderman. Norman Osborn no era una buena persona, pero si necesitaba ser un villano lo sería, todo para salvar a su hijo.

Spiderman tenía un nuevo enemigo y por nada en el mundo se detendría.

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El complejo estaba bastante tranquilo para ser una noche de viernes, la mayoría de los integrantes de los Vengadores, o se encontraban en sus propias casas, en alguna salida, o durmiendo, cómo era el caso de Steve, o por lo menos eso intentaba el rubio.

Sharon dormía cómodamente a su lado, dándole la espalda, desde que habían llegado al complejo la rubia se había dedicado a encerrarse en el gimnasio, dispuesta a recuperar su figura. Rara vez pasaban tiempo juntos o con el pequeño James.

Su hijo estaba enteramente a su cargo, Sharon se negaba a reconocer siquiera su existencia, le preocupaba pero la doctora Marie lo había tranquilizado, al parecer era normal que las mujeres tuvieran depresión post-parto.

En su época eso ni siquiera existía. El mundo moderno era tan extraño.

Su pequeño hijo comenzó a quejarse, y sin dudarlo se acercó a cargarlo. El bebé se calmo al sentir el aroma de su padre.

Sharon fingió estar dormida. Odiaba a ese bebé.

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Se recortó mirando el lujoso techo de su habitación, la máscara de oxígeno le molestaba más de lo habitual, por lo que había optado por quitársela. Su padre se había marchado luego de revisar que estuviera bien. Si otra fuera la situación se habría reído de la ironía. Tenía que enfermarse para que su padre comience a mostrar interés en él.

Vaya loca ironía.

Sus ojos voltearon a ver los cuadros sobre la mesa de luz al lado de su cama. La fotografía de dos niños sonrientes le causó melancolía. Ojalá pudiera ver a Peter nuevamente.

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Se suponía que solo estaba tomando algunas clases pero esa semana tenía que presentar uno de sus proyectos importantes al profesor Connors. Al ingresar al aula, noto que aún no había ningún estudiante, solo el famoso profesor en compañía de otro hombre.