¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por un rato observo la tumba, no había notado la solitaria rosa bordo. Se pregunto si la hermana o el padre de Lois hubieran visitado la tumba, pero le parecía extraño. Generalmente cuando Lucy o el general visitaban la tumba de su esposa, le avisaban. Con cuidado tomo la rosa, notando su inusual color. Aspiro el aroma y pequeñas y casi invisibles partículas rojas fueron a dar a sus pulmones. Tosió molesto pero el daño ya estaba hecho. Los ojos azules y tranquilos de Clark de iluminaron brevemente de un tono rojizo.
Kal-El estaba de regreso. Una sonrisa un tanto siniestra se arrastro por su rostro. Tomando la rosa la destruyo.
-Prometo que te vengare Lois- murmuro antes de salir volando.
Tenía que deshacerse de cierto hombre y luego, podría ir en busca de su verdadero compañero.
------------
El cielo se ilumino con ferocidad y sonido de un potente trueno irrumpió la tranquilidad de la noche. Tony se despertó sobresaltado, con su corazón latiendo con fuerza, como si se quisiera escapar de su pecho. Llevo su mano derecho hacia su reactor.
Tenía miedo. No por él sino por Clark. Antes de despertar había estado soñando con el alíen y como este gritaba que lo salvara.
Con sus manos temblorosas tomó el móvil y busco el número del reportero, en verdad estaba enojado con Clark pero quería saber si estaba bien. No sabía porque tenia ese terrible presentimiento y porque esto le angustiaba tanto.
El sonido de un móvil hizo que su atención se fijara en uno de los rincones de su habitación, encontrándose con unos hermosos ojos azules. Un relámpago ilumino la habitación permitiéndole ver que se trataba de Clark.
-Hola Tony- saludo Clark
-¿Clark?- cuestiono el castaño, la sonrisa un tanto siniestra de Clark le ponía los pelos de punta, con algo de apuro salió de la cama.
Clark no le permitió seguir hablando, a una velocidad increíble, tomo al ingeniero entre sus brazos, antes de sellar sus labios. Tony trataba vanamente de esquivar la boca ansiosa del alíen, pero Superman había sujetado fuertemente su nuca. Finalmente se rindió ante el beso apasionado.
No importaba que tan enojado estuviera con el alíen, cada vez que este lo tocaba, todo pensamiento racional escapaba de su mente.
Kal se sintió triunfante ante la repuesta entusiasta de su compañero. Durante años había esperado por aquel que lo complementaria, su pareja destinada. Lois había sido maravillosa, la única humana que llego a respetar y querer, pero ella no era su compañera. Tony lo era.
Y ahora que lo tenía entre sus brazos, no lo dejaría ir nunca.
Se separo un poco del castaño. Permitiendo que este aspirara una gran bocanada de aire mientras se dedicaba a repartir pequeños y suaves besos por el rostro de Tony, sus manos se dirigieron automáticamente al trasero del castaño, levantándolo sin esfuerzo, haciendo que el hombre envolviera sus piernas alrededor de su cadera.