Hasta el amor se acaba

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Y aunque varios no lo acepten, hasta el amor se acaba.

Si bien con el paso de los años llega una etapa en la que la mayoría piensa en conseguir una novia o novio, en todo caso una pareja para resumirlo, piensan en lo genial que debería de ser estar con tu pareja apoyándote en todo, haciendo cualquier cosa tonta, tener citas, viajar a cualquier lugar incluso cumplir sueños juntos. El anhelo de encontrar al amor de su vida los lleva a seguir un inmenso camino que hará su corazón palpitar sin frenesí.

Le decían que era un poco amargada, incluso pensaban que por el hecho de ni haber tenido pareja hasta sus 25 años cuestionaban mucho su sexualidad, pero el hecho de que ella no quisiera andar con ningún chico no tenía nada que ver con su orientación (Aunque era heterosexual). En realidad a lo largo de su corta vida tomo miedo a varias cosas, entre la mayor de todas era a enamorarse.

"¿Por qué?" Te has de cuestionar.

Ella tiene filofobia, pero esto no nace así como si nada, desde la edad de ocho años se vio obligada a esconder las infidelidades de su madre, acto muy maduro fue el no decir nada respecto a esto, ya que a los diez años cuando estuvo apunto de sufrir un colapso por esta situación su madre quedó embarazada, por lo tanto no pensaba en que sus padres se separaran, ella no iba a soportar que esa niña crecieran sin un papá o sin una mamá, no lo iba a permitir.

Esa niña resulto ser la luz de sus días.

Varias veces cuando era joven veía como todas sus compañeras estaban en una relación, pero al cabo de unos meses las veía llorando, a veces perdiendo su respeto a ellas mismas, y otras ya muy trágicas a dejarse maltratar, recibiendo humillaciones poniendo como pretexto que "Estaban enamoradas", lo que le llevo a la conclusión de que quizás el amor si te ciega y demasiado.

Muchas veces no va a negar haber sentido atracción por alguien, pero siempre antes de dar una respuesta a una declaración divagaba pensando que algún día ella iba a estar llorando por haberse hecho un mundo con alguien que al final puede que la deje por simple aburrimiento o por alguien más. Lo que le hacía retroceder y dar un "no". Porque lo había comprobado más de una vez con sus conocidos y su propia madre.

Y era que hasta el propio amor se acaba.

Quizás alguno si conseguían un final feliz, pero para evitar salir herida pensó mucho en las consecuencias de enamorarse, llevándola a sentir un pánico horrible cuando sus ojos se posicionaban en alguien. Pues incluso veces anteriores con sus antiguos "crush" descubrió que solo era una simple apuesta que consistía en formar parte del harem de un imbécil o simplemente quitarle la virginidad, lo que la llevo a esconder en su propia coraza protectora.

Porque con miedo no va a rechazar, se va a proteger de las heridas de aquellos voraces animales en busca de sed carnal.

La peor parte de la historia es cuando fija su corazón en alguien, pero aún así no le habla.

Recuerda perfectamente haberlo visto salir del edificio más de una vez, después de todo eran vecinos, pero nunca cruzaron miradas o palabras alguna, todo transcurrió de forma normal.

Con la única persona que se arriesgo.

Una lluvia fue lo que los llevo a hablar por primera vez, en un café abierto en la esquina de su edificio mientras se refugiaban de la tormenta, el ambiente cálido en el interior, las pocas personas del lugar charlando, el aroma a café recién hecho seguido la canción de fondo en el lugar.

Creyó más de una vez que aquella persona que irradiaba un calidad luz, con unos inmensos ojos azules que podían ver todas las caras que escondes, sería la persona que quizás haya llegado en su vida, y cuando en dichoso día de otoño los sentimientos anduvieron como el viento de temporada, el anhelado "Sí" llegó por fin.

Y fue una época de la cree que nunca volverá a regresar, que nunca volverá a sentir y los días de invierno con un rico chocolate caliente o algún té helado en primavera no retornarán, pues el mismo sentimiento niega con totalidad volverlo a sentí con alguien más y terminar con una nefasta tristeza de la que tanto a huido.

No estaba dispuesta a sentirla una segunda vez.

Después de que su historia terminará por la presencia de aquella mujer, no rogó ese día ni los demás por una oportunidad, solo estaba en su cama, llorando y otras veces simplemente durmiendo, porque aunque la vieran todo el tiempo como un tempano de hielo andante, su corazón era tan frágil que era necesario cuidarlo y atesorarlo por mucho tiempo. Porque hasta las personas que parecen tan fuertes son las de corazón tan débiles.

Lo último que supo fue que aquella pareja se casó y hasta tuvieron un hijo, lo sabe porque siempre veía aquella familia pasar por enfrente de su edificio, se habían mudado cerca después de la boda y siempre los veía con una sonrisa en sus rostros mientras los observaba desde su cama por la ventana.

Tiempo después se mudaron a otra ciudad y ese día lo recuerda con perfección porque fue la última vez que se miraron, cuando el miro a su piso y la vio en la ventana, le sonrió y después de ahí subió a su auto y se fue.

No fue capaz de regresarle la sonrisa.

Y

ahora su día a día solo se basa en ir al trabajo y su casa, no se había ido a otro lado ya que le gustaba dónde estaba viviendo.

Lo curioso es que cuando un día regresaba del trabajo volvió a ver al mismo chico albino de hace unos años salir del mismo departamento donde antes él vivía, o más bien al señor, ya que era todo un adulto, solo que está vez salía con su hijo y la que se supone que era su esposa.

Al parecer iban de salida y lo vio despedirse de su hijo para después ser llevado por la mujer, al final del pasillo había otro hombre, este de saludo al menor y rodeo a la mujer de la cintura.

Escucho la puerta del apartamento cerrarse y suspiro, negando levemente con una pequeña sonrisa e ir a su hogar, al parecer había perdido energías de un momento a otro. Metió las llaves en la cerradura y antes de entrar el la llamo por su nombre, lo miro de reojo, él le saludo y le devolvió el saludo. Su corazón no latio con aquella intensidad de aquel entonces, sus pupilas no se dilataron ante la presencia de aquel hombre, au estómago no siento aquel cosquilleo y sus manos no sudaron como cada vez que lo veía.

Y fue ahí cuando comprobó una vez más qué:
Hasta el amor se acaba.







Basado en hechos reales...























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