Día 5: A puertas cerradas

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Satine cerró las puertas detrás de ella una vez avanzó dentro de la habitación. Habían sido meses desde que había tenido una habitación con un mínimo de intimidad. Detrás de ella ambos de sus protectores se asombraban ante la espaciosa y atractiva sala. Definitivamente era mejor que las cuevas donde habían estado acampando.


- Que opinas, padawan ¿sientes algún peligro cerca? - Comentó Qui-Gon cruzando sus brazos a la altura de su pecho.


- No maestro.- Comentó con voz ligera en un tono inocentemente vacío. Al principio Satine odiaba esa voz pero ahora había aprendido a apreciarla.


Qui-Gon le dio una mirada a Obi-Wan, luego colocó una mano en el hombro del joven. Había algo que perturbaba a su padawan. Con ese toque reconfortante Qui-Gon volvió a preguntar.


- ¿Estás seguro? - dándole la oportunidad de la dudad.


El joven miró al suelo un momento, tímidamente levantó la mirada a su maestro.


- Hay algo, no es peligro inminente pero es bastante molesto, Maestro.


Satine llevó la mirada a Obi-Wan ante la revelación. No era la primera vez que el joven sentía el peligro antes de que ocurriese. Dejó que ambos hablasen mientras se sentaba en un sofá de la habitación. La vista desde la habitación era preciosa, un campo que se extendía a un bosque y montañas en un día soleado, a pesar, unas nubes amenazaban a ocultar el precioso día.
Obi-Wan hizo una pequeña reverencia a su maestro. Seguidamente Qui-Gon dio las instrucciones necesarias para su padawan y se despidió de la Duquesa. Una vez a solas Obi-Wan se sentó al lado de ella. En sus manos tomó la pequeña trenza de padawan entrelazándola con sus dedos y jugando con ella. La duquesa estaba embelesada con el paisaje, posiblemente ni se hubiese dado cuenta del joven Jedi. Sus ojos se cruzaron con los de ella después de unos minutos de paz, Obi-Wan lo agradecía. Qui-Gon quién había estado caminando por la habitación de la paz, escasa estos días.


- Duquesa, ¿está segura que podemos confiar en el clan Lock como aliados?- Comentó Qui-Gon.


La duquesa a punto de responder a Qui-Gon fue interrumpida por la puerta, Aetugge Lock uno de los príncipes del clan Lock quienes les habían acogido y estaban luchando por la duquesa en el frente de batalla.


- Espero no estar interrumpiendo algo.- Comentó el joven.


- No.- Se levantó Satine acercándose al guerrero Mandaloriano.- No, tranquilo.


Obi-Wan en silencio caminó hasta al lado de su maestro. Aetugge era rubio más alto que Obi-Wan, se podía notar que tenía el cuerpo de un hombre, probablemente incluso era mayor que ellos, sin duda era lo que algunos considerarían muy atractivo. En el fondo Obi-Wan sintió una punzada de celos al ver que el joven Lock tomaba y besaba la mano de Satine. Una vez más Qui-Gon colocó la mano en su hombro, el gesto relajante, como un pinchazo de morfina a través de la fuerza.


- Acompañadme, os enseñaré los alrededores junto a mi hermana.- Comentó.


Empezaron el camino por el palacio primero pasaron por la habitación en la que Qui-Gon y Obi-Wan se alojarían, lentamente se desplazaron a los lugares más importantes de palacio, la sala del trono y el comedor. Tomando el camino al exterior un patio se extendía más allá de las murallas, delante del patio había la nave con la que Qui-Gon y Obi-Wan habían llegado. Aún tenían sus cosas allí, Obi-Wan pensó. En el patio muchos jóvenes Mandalorianos estaban peleando unos con otros, practicando. Continuaron hacía una gran expansión de hierba y flores, la fuerza rebosaba de vida, llenando el lugar de Paz.
Cuidadosamente Obi-Wan se quedó apartado del tour por los jardines. En sus manos tomó delicadamente unas flores sintiendo la conexión de la flor con la tierra, con la fuerza y toda la red que las plantas de allí formaban. Se sintió en medio de la nada, como un pequeño punto en un tablero mucho más grande de lo que jamás podría imaginar. Una pequeña risa llamó su atención. Satine, estaba riendo de verdad después de tanto tiempo. La felicidad contaminó su ser dejando pasar una sonrisa en su rostro.

Obitine week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora