Obitine week 2020

Día 2: Cambio de papeles

El trono de Mandalore estaba manchado de sangre. La guerra civil había estallado. Todo aquello por lo que su padre había luchado desmoronado por la guardia de la muerte. Sabía que debía mantenerse fuerte ante los duros días que venían. Mientras Sundari se mantuviese el movimiento pacifista se mantendría atado y bien atado en el poder de Mandalore, la esperanza del pueblo prevaleceria mientras su padre pudiese mantener la compostura en el trono.  Eso se obligaba a pensar a si mismo Obi-wan. Sundari era una posición clave, debían mantenerse firmes, mientras el gobierno de su padre se mantuviese todo iría bien. 
La mano de Obi-wan llegó a su pecho estrujando fuertemente las finas telas purpuras que cubrían ese espacio, el caos se había desatado. Su padre había muerto y ahora simplemente una tormenta de confusión había desequilibrado su ser. Él no estaba preparado para esto, nunca estaría a la altura de su padre, en cierto punto de su vida estaría frustrado pero ahora mismo las opciones de le agotaban. Ahora el nuevo duque Obi-Wan Kryze estaba en el poder en una ceremonia celebrada a medias, como todo en esta guerra, como la cruel victoria por la que luchaban, a medias. 

- Su alteza- Una voz dijo detrás de él desviando sus pensamientos.

- ¿Si? - Contestó Obi-Wan levantando la vista hacia su asesor. 

- Deberíamos retirar la posición del palacio de sundari. . .- El asistente buscó las palabras.- Sus protectores Jedi han llegado.

- ¿Abandonar la posición?  - Obi-Wan se levantó del trono el cual, manchado de sangre, antes había pertenecido a su padre.- Un momento, ¿Jedi?

El asistente meramente asintió esperando a la reacción del joven gobernador. 

- Creí que ya lo habíamos hablado. - Estamentó con firmeza.- No puedo dejar que semejante muestra de  debilidad sea mostrada por el futuro líder de Mandalore. Hemos de demostrar que la paz también es fuerte y abandonar esta posición en el palacio solamente demostrará como le doy la espalda al pueblo, sabes bien que no puedo hacer eso.

- Pero señor, la guerra se hará más salvaje mientras mas tiempo pase. Su padre hubiese querido que se conservase sano y salvo a pesar que tuviera que tuviese que retirarse de palacio. Sabe perfectamente que Sundari ya no esta a salvo. - Terminó el asesor.

Obi-wan apretó su mano a la barbilla, cubriendo su boca, apretando con más fuerza ante la memoria de su padre. Paseó un par de veces meditando la decisión que debía tomar. Era cierto que un líder muerto no puede reinar pero ahora mismo en la guerra las apariencias eran una de las principales armas que su gobierno tenia. Una ola de tristeza entró en el cuerpo del joven Obi-wan, no estaba preparado, todo esto era demasiado. Frentes de batalla por todas partes, Mandalore estaba en llamas, sangre otra vez manchando la historia del planeta. 

- Retirate. Ahora.- Ordenó el duque enfundando sus manos en la espalda, al igual que su padre. 

Necesitaba pensar y no ante esta presión. Tomó otra vez asiento en el trono mientras su asistente desaparecía por la puerta, ambas manos colocadas en los lados del trono. Llevó la vista a las cristaleras del palacio sujetando con su mano derecha su cabeza. Un líder muerto es inservible. Las palabras volaban alrededor de su cabeza buscando un lugar donde asentarse. Eran momentos agridulces para Mandalore. A que precio estaban luchando, dejando atrás lo que la paz significa. Abandonar el palacio era algo impensable pero que a largo plazo sería una opción posible, pero eso no era el problema, no... esos jedi. Podría haber sido cualquier otra cosa, pero envolver a la república con esos jedi era mala idea, no solo por el pasado de Mandalore... bueno gran parte del problema con los jedi era el pasado de Mandalore con ellos. Los pensamientos fueron interrumpidos por la puerta del palacio abriéndose. Los ojos del duque fintearon entre los presentes, sin duda jedis, ¿quién más podría ser? ¿Otro aliado inexistente del que sus asistentes le habían escondido?
En silencio Obi-wan se levantó solemnemente colocando una sencilla sonrisa en sus labios. Ambas figuras llegaron a los pies del trono y hicieron una referencia.