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Actualidad ...
Alessia bajo apresuradamente del taxi, nunca le habia gustado la impuntualidad, subió los escalones de la empresa tan rapido como pudo. Luego de aquella discusión que tuvo con su abuela en Sicilia, decidió no regresar y mantenerse alejada de la familia Alier, refugiada en New York.
- buenos dias, Oscar - saludo la italiana
- buenos días lessie - respondió el fotógrafo - vengo a dejarte las fotos de la campaña que hicimos ayer- le dio un sobre color blanco con el nombre de la empresa en letras negras.
Alessia se sento en su silla, tomando el sobre, la italiana era la encargada de la publicidad de Calvin Klein , el fotógrafo se sento frente a ella esperando la respuesta positiva de la jefa de publicidad.
- me encantan, oscar - mencionó Alessia, observo las fotos y cada detalle, Su amiga Natalie parecía haber nacido para modelar, se veía tan natural y tan comoda - Natalie se mira preciosa
- lo sé, la camara la adora - respondió Oscar, me tengo que ir, aún tengo trabajo que hacer.
Alessia se quedo sola en su oficina, decidio aprovechar el tiempo para contestar unos cuantos e-mails.
-Señorita Alier- llamo su secretaria desde la puerta - El señor Murry a convocado una junta en media hora- murmuró Andy con voz tímida
- gracias Andy, estare ahí- respondió con una sonrisa.
La media hora paso volando, apenas habia respondido un par de e-mails cuando la llamaron que fuera a la sala de juntas.
- hay varios temas que debemos tratar en esta junta, el fashion week de este año esta a la vuelta de la esquina.
- ¿sabes en donde va a ser este año? - preguntó uno de los diseñadores.
- sí, en Milán Italia - respondio el señor Mury, Alessia sintio la sangre irse de su cuerpo, ella tendria que volver a italia aunque no quisiera.
- tenemos al rededor de 1 mes y medio para preparar todo lo necesario, ustedes saben lo importante que es este desfile para el mundo de la moda.
La junta termino una hora después, sintiendose aturdida recogió sus cosas dispuesta a irse.
- tu no, Alessia, debemos hablar - dijo el señor Mury antes de que la rubia pudiera salir de aquella lujosa sala de juntas.
La rubia se sento en su lugar una vez más, el señor Mury le mostro la pantalla del Ipad donde se podia observar miles de comentarios aludiendo a la publicidad de aquella marca.