Una tarde con los Caballeros

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Narra Panchito

Me pare rápido y recogí mi camisa de vuelta, la sacudí por la arena y me la puse de nuevo, volteé a ver de reojo a José y vi como él actuaba normal, tenía una sonrisa y parecía que seguia pensando en lo qué pasó por cómo estaban sus ojos (mirada sensual, como de costumbre) yo no podía seguir viéndolo, ni siquiera sé cómo pude decirle que no continuáramos... al chile quería seguir pero, jamás había hecho algo igual con alguien

Me abotone la camisa y tomé mi sombrero, sentía muy caliente mi cuerpo aun, por eso no me puse el saco

Lo volteé a ver y ya estaba de pie abotonándose su saco y poniéndose de nuevo su pequeño sombrero, él recogió las cosas que le compré y yo recogí el sarape, doblándolo y colgándolo en mi brazo junto con mi brazo

¡No mam*s! ¡No pinch*s mam*s! Seguía acalorado, y más al ver cómo se acercó a mi y me tomó de la mano mientras caminábamos me acelero un poco más el corazón, él estaba sonriendo como si nada hubiera pasado... y yo valiendo pa pura madre, me pase de lanza, estábamos a punto de hacerlo... él me soltó un segundo y vi como saco un cigarrillo de su caja de cigarros nueva y con su encendedor la prendió, poniendo su mano cubriendo la corriente de aire, yo miré hacia otro lado, no podía verlo con algo en la boca... me estaba volviendo loco, olí el humo de su cigarro y sentí como me volvía a tomar de la mano, sentí como me miraba y yo no pinch*s podía regresar la mirada

— ¿que tienes?— me dijo y volteé a verlo, se me escapó el aire de los pulmones y sentí más presión en mi pantalón

— pos... qué pena pero... estoy tratando de tranquilízame un poco— dije mirando hacia la arena complemente rojo

— no te avergüences es normal, si te hace sentir mejor, yo por eso mismo estoy fumando a estas horas

— ¿fumas cuando estás...?— dije sonrojado pensando en que la mayoría del tiempo fumaba

— no suele pasarme seguido, normalmente lo hago por gusto o cuando estoy estresado, por alguna razón ayuda a tranquilizarme... fue un hábito que copie de mi madre, a pesar de no ser una buena elección empezar a fumar, realmente lo disfruto

— ya veo... ¿entonces por qué pareces tan tranquilo?

— estoy muy feliz... ciertamente estar excitado ahora mismo no ayuda pero aveces soy bueno manejando mis emociones...

Él está excitado, con eso en mente no podía calmarme, pero tenía que hacerlo

— lo siento, no quiero que pienses que no quería continuar solo... que jamás había hecho algo así y esto es nuevo para mi

— oh...— dijo mientras sacaba algo de humo de su boca— pensé que lo decías de broma

— ...— me sonroje avergonzado y miré a otro lado

— oye, no pasa nada... yo te dije que estoy dispuesto a enseñarte, ademas debo disculparme... sé que tú estabas preocupado y sorprendido por lo que podía pasar... estábamos a punto de hacerlo en un lugar público y yo realmente no pensé en eso— dijo colorado y con vergüenza

— no te disculpes... entiendo bien, es decir... también mi cabeza empezaba a divagar mientras... bueno

— jajaja, tranquilo meu amigo, es natural, supongo que eso es algo que aprenderemos después juntos

— si... juntos

Dije apretando un poco más su mano, llegamos al hotel y pasamos por la recepción, yo con el sarape cubrí mi pantalón y le agradecí a la morrita por la ayuda, entramos al elevador y ya era muy tarde, se abrieron las puertas del elevador y con mucho silencio caminamos hacia la habitación de José, el saco su tarjeta de uno de sus bolsillos y abrió la puerta entró rápido dejando en la mesa de la entrada las cosas que le regale, se volteó a verme y camino hacia mi, yo con la poquita luz que había pude ver cómo estaba sonrojado

Un confuso amor (Panjosé)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora