Platica de dos

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Narra José

Salimos del panteón con el corazón algo apachurrado, sin duda este fue un momento muy hermoso que jamás olvidaré... finalmente me despedí como se debe y finalmente le perdone...

Caminamos hacia el centro y las decoraciones derrochaban en el pueblo, las luces amarillas abundaban, junto con hermosas decoraciones entre calle y calle de papel china, había mucha gente y todos vestidos y pintados de la cara, disfrutando del delicioso pan que solo había este día, había muchos puestos de comida, así como churros, elotes en vaso y chocolate caliente. Y a pesar de ser un día relativamente triste para muchos, las sonrisas y risas sobraban, había mucha vida en las calles del pueblo, habían muchas cosas presentándose, gente festejando, mariachis y el ballet folclórico bailando y animando a la gente.

Panchito estaba particularmente emocionado por cantar junto con Clara, no fue raro para mí pensar que lo estaría... es decir ella es su pareja y seguro que cantar en el pueblo en el que crecieron juntos le traería mucha felicidad. Llegamos con los mariachis en lo que cantaba una mujer una canción llamada "La bikina" y terminaba la pieza musical, era en el kiosco del pueblo, fue hermoso

— bravo— aplaudí, cuidando de no tirar mi chocolate sobre mi

— bonito ¿verdad mis amigos? ¡Uyuyui! Acomódense por aquí, que ya vi a Clarita por allá, solo cantaremos un par de canciones, disfrutes mis amigos

Panchito nos miró a Donaldo y a mi y se fue corriendo hacia el kiosco pequeño. En seguida vimos cómo cambiaron palabras con los mariachis y cómo los bailarines y ellos se irían hacia otro lado dejando el kiosco libre para que Panchito y Clara cantaran, también vimos cómo Clara al parecer fue a la casa de Panchito para agarrar su guitarra por que ella traía el estuche de la guitarra de Panchito en su mano.
Al rededor del kiosco ya estaba particularmente lleno, había muchas familias sentadas en el suelo, otras paradas y disfrutando de su comida, y todos expectantes de ver a Panchito y a Clara tocar, también notamos que llegaron nuestros fans, por que en cuanto nos vieron nos tomaron fotos. La mamá de Panchito nos pudo acercar un poco más hacia el kiosco, nos quedamos detrás de unos niños que estaban sentados viendo hacia Panchito y Clara, logramos no quedar tan apretados y disfrutar del show, Panchito sacó su guitarra y se la colgó en su hombro para después tomar a Clara de la mano

— ¡buenas noches Mexico!— grito y todas las personas empezaron a aplaudir y a gritar con emoción— listo pa disfrutar el Día de muertos ¿verdad?— grito sin soltar la mano de Clara, en seguida noté cómo más gente se acercaba al kiosco— gracias por acompañarnos aquí... hoy en este día tan hermoso y bello para recordar a nuestros seres queridos, quiero decir que en honor a ellos mi comadre Clarita y su servidor dedicaremos un par de canciones a todos aquellos que ya no nos acompañan esta noche...

Soltó la mano de Clara

— veo también que nos acompañan muchos morritos.... ¿les gustaría que les contáramos una historia?

— ¡SI!— gritaron los niños en unísono mientras gritaban

— es de miedo... ¿están seguros o hay algún coyón por aquí? — los niños gritaron que querían escuchar la historia, Panchito y Clara se sentaron en las escaleras del kiosco y se acomodaron— pues en ese caso creo que les contaremos una leyenda que remonta hace muchos, muchos años— dijo mientras tocaba ciertas notas con su guitarra— sobre una hermosa mujer llamada y conocida como Melinche, era indígena y vivía en Xochimilco... ella se enamoró de un español y el español al igual que ella se enamoró, después tuvieron tres hijos... los españoles en esos entonces eran como de la realeza, así que el español se regresó a su país a casarse con otra mujer española de la alta sociedad y se llevó al mayor de sus tres hijos abandonando a Melinche y a sus otros dos hijos... todas las personas le empezaron a criticar el por qué dejo ir a su hijo sin siquiera pelear, entre eso y tratar de pelear consigo misma por lo qué pasó, Melinche se volvió loca y a media noche se fue junto con sus dos hijos al lago de Texcoco y se subieron a una pequeña balsa... la mujer remó hasta llegar al centro del lago a la mitad de la noche y aventó a sus hijos al lago hasta que ellos se ahogaron y murieron a causa de su madre...

Un confuso amor (Panjosé)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora