Uraraka Ochako era definida por muchos chicos como una de las chicas más lindas,tiernas que complementaban su apariencia física con amabilidad, y realmente así era, no había segundas intenciones en sus acciones, solo era ella misma, entusiasta y alegre que intentaba apoyar a sus amigos, en especial a Deku, quien además de ser su primer amigo en la UA, era el chico que le gustaba, ya que desde que se conocieron el peliverde había mostrado una ternura, amabilidad y bondad que no había visto en ningún otro chico, además, ¿Para qué negarlo? Era uno de los chicos más lindos, con sus pecas salpicando su rostro, esa sonrisa amable, los labios de volumen perfecto para besar, de color rosado,junto a esos ojos grandes de color verde que eran adornados por pestañas finas, pero con ese toque varonil que embarcaba sus pómulos, además de los músculos bien proporcionados. Midoriya Izuku era definitivamente un rol de canela, con el toque perfecto de dulzura.
Así que ahí estaban ambos en la habitación de Izuku, en la situación perfecta en la que se podría dar una declaración de amor y Ochako no podía estar más nerviosa. Ambos estaban sentados en la pequeña mesa tradicional japonesa mientras estudiaban, aunque en un momento habían comenzado una amena charla, la cual ahora era dirigida por Izuku quien con entusiasmo hablaba sobre datos curiosos de los héroes, fue ahí que mientras el chico murmuraba emocionado, Uraraka decidió hacer su movimiento definitivo, tomando valor para inclinarse lo suficiente para que el otro le prestará atención, siendo lo suficientemente rápida como para darle un beso, pequeño, superficial, que llenó el corazón de la chica con felicidad.
—¡Re-realmente me gustas mucho, Deku-kun!— soltó al separarse, sonrojada hasta las orejas, mirando firme al chico, espero un suave rechazo o una tierna confesión, pero no esperó sentir aquellos labios de forma brusca contra los suyos, por un momento se dejó llevar, por esos sentimientos cálidos que nublaron su juicio, sin embargo, no pasó mucho tiempo en medio de ese tope beso, que se dió cuenta del temblor de Izuku y lo forzado que se sentía. Con cierto grado de temor, abrió sus ojos, solo para encontrarse con los iris color esmeralda llenos de lágrimas y una expresión que solo pudo catalogar como confusión.
Al separarse Izuku bajó la mirada, se sentía culpable y confundido, porque solo la había vuelto a besar, en un vano intento de sentir algo, de intentar corresponderle, pero no había sentido nada, aquel beso no provocó aquel sentimiento que se suponía debía de tener por la chica.
—L-lo siento… no puedo… yo…— el nudo en su garganta le impidió continuar, apenas se dió cuenta de que las lágrimas salían, una tras otra. No debía llorar ¿Por qué lloraba? Solo era un beso, quien debía llorar era Ochako.
—Deku-kun… no tienes la obligación de corresponder, lo entiendo y… no debí besarte— Ochako hizo la mueca de una sonrisa, al igual que el chico ella intentaba contener las pequeñas lágrimas, se sentía triste, había sido impulsiva, solo había puesto un poco de presión.
—Lo siento, lo siento mucho —Izuku llevó el dorso de sus manos a sus ojos, tallando ligeramente con cierta torpeza, intentando dejar de llorar, aunque claramente … llorar era su naturaleza.
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𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐬𝐞 𝐫𝐨𝐦𝐩𝐚 [KatsuDeku]
Fanfiction"El pájaro rompe el cascarón. El cascarón es el mundo. Quien quiera nacer, tiene que destruir un mundo" -Demian, Herman Hesse Katsuki e Izuku deberán romper el mundo en el que han crecido, quitando todo prejuicio sobre el amor que ambos sienten po...