Libres y Felices

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Izuku despierta, sintiendo el calor corporal de su novio y ese rico olor acaramelado que despedía su quirk

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Izuku despierta, sintiendo el calor corporal de su novio y ese rico olor acaramelado que despedía su quirk. Sonrío, mientras abría sus ojos solo para poder encontrarse con el semblante tranquilo del chico explosivo. Con un sonrojo en sus mejillas, se acercó al cuerpo ajeno, apoyando su frente en el fuerte pecho desnudo, mientras en agarre de su cintura se hacía más fuerte. Amaba esa sensación de protección que solo Katsuki podía brindarle, y ahora después de pasar por tanto, ni siquiera la molesta alarma de sus celulares iba a hacer que se levantara de la cómoda cama.

-Demonios...- escuchó la voz ronca de Katsuki en su oído y posteriormente la calidez del cuerpo ajeno fue alejándose un poco al mismo tiempo que esas molestas melodías eran apagadas- Ugh... Deku, levántate.

-Cinco minutos más, Kacchan- respondió, abriendo nuevamente sus ojos solo para mirar al mayor mientras daba pequeñas palmadas a su costado.

-Idiota, se nos hará tarde. Tienes que ir a tu jodida habitación- El mayor, a pesar de sus propias palabras, se contradijo cuando volvió a acostarse por completo y a pegarse como chinche al menor. Poco o nada le importó el hecho de que ambos estuvieran desnudos.

-¡E-espera! ¡E-estas demasiado cerca, Kacchan!- él sonrojo de su rostro se intensificó al punto de sentir sus orejas calientes, cuando sintió el roce de sus intimidades. Aunque esa vergüenza llegó al punto de querer desaparecer, en el momento en que escuchó la risa burlona de su novio, quien de un momento a otro ya se encontraba entre sus piernas, presionando sus torsos y acariciando sus muslos-¡B-basta!

Exclamó, mientras cubría su rostro para evitar ver a Katsuki, quien aprovechándose de la debilidad ante ese tipo de caricias, acercó sus labios a la oreja ajena,mordiendo suavemente el lóbulo antes de volver a incorporarse, aún entre los fuertes muslos,al mismo tiempo que escuchaba un chillido de esos labios rosas que había devorado la noche anterior.

-¡I-idiota!

-¡¿A quién le dices idiota, Deku?! - se expresó con fingida molestia, tomando las manos de su novio para que esté descubriera su rostro. Y ahí estaba, ese chico que tanto amaba, sonrojado hasta el inicio de su cabello, con las pecas resaltando y creando un puente entre cada mejilla, mientras los ojos verdes, grandes y brillantes, eran adornados por pestañas largas. Estaba jodido, siempre lo estuvo. Admiró la belleza de la piel suave pero firme, salpicada por lunares, sobre todo en el cuello, en dónde también estabas pequeñas marcas de dientes o simples marcas rojizas que resaltaban en la unión del cuello y hombros, entonces su vista comenzó a bajar cada vez más, apreciando los pequeños botones rosas, algo irritados por el brusco manejo de las horas anteriores, pectorales firmes, los músculos un poco marcados debido al entrenamiento constante. Dios, Deku era hermoso.

-¿... Kacchan?- cuestionó Izuku, al ver que su novio estaba ensimismado, con la mirada penetrante en su cuerpo. Aunque, sus palabras parecieron hacer reaccionar al rubio, quien de un momento a otro tomo la almohada libre solo para aventarsela a la cara -¡Kacchan!

𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐬𝐞 𝐫𝐨𝐦𝐩𝐚 [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora