Papá, mamá... Soy gay

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Katsuki miró sus manos entrelazadas con las de Izuku, ambos estaban en aquel pequeño parque en el que solían jugar, escondidos entre los arbustos del lugar

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Katsuki miró sus manos entrelazadas con las de Izuku, ambos estaban en aquel pequeño parque en el que solían jugar, escondidos entre los arbustos del lugar. Era sábado y ambos volverían a visitar a su familia, solo que las cosas serían distintas, ninguno de los dos podía seguir escondiéndose más de su propia familia. Por una parte Izuku sentía que ya le había ocultado demasiado a su madre, mientras que Katsuki... Sentía la extraña presión de decepcionarlos, de hecho... Ambos sentían esa presión, pero de diferente forma.

- Llámame si pasa algo, mierda ... Lo que sea que pase ...- Katsuki no pudo continuar, pero sostuvo su mirada con la de su novio, quien asintió con timidez. Puede que estuvieran haciendo todo el asunto más grande de lo que era, pero... No podían confiarse sobre que todo saldría bien.

-Yo... Kacchan-Izuku dejó su mejilla posarse en la mano tibia de su novio, disfrutando de la suave caricia que intentaba calmar los nervios. Él peliverde se arrepentía de haber consultado post de internet sobre reacciones de padres, ante ese tipo de situaciones.

-Joder, solo hagamos esto de una vez- Katsuki se acercó, besando los tiernos labios repetidas veces, tomándolo por la cintura con una mano mientras la otra seguía en la pecosa mejilla del chico-ya pasamos por mucha mierda así que podemos con lo que sea que nos joda ahora.

Izuku asintió, abrazándose a su novio. Estaba asustado, tenía tantos nervios por la reacción de su madre, porque... Por todos los héroes, la pobre ya había pasado por muchos sustos, como para ahora salir con algo así.

Estuvieron un rato más ahí, besándose y dándose ánimos a su manera. Pero como era de esperarse ambos tuvieron que ir a sus casas, la despedida fue casi angustiante, no por el hecho de que no supieran estar lejos, si no por lo que pasaría una vez llegarán a sus casas.

Katsuki, por su parte no tardó mucho en llegar, abriendo la puerta sin anunciar su llegada, encontrándose directamente con su madre, quien le esperaba con una expresión de enfado en su rostro... Cómo era natural.

-Tu, jodido mocoso ¡Te estuve llamando por media hora! ¿Sabes lo preocupada qué...? - Mitsuki dejó sus reclamos, solo para observar atentamente a su hijo, cuya expresión que combinaba el fastidio y enojo no era nada nuevo para ella, sin embargo, lo que si era nuevo era la camisa negra algo arrugada y el leve brillo e hinchazón en los labios del menor. Una sonrisa burlona se extendió por los labios de la mujer, que se acercó a su hijo rodeando sus hombros con uno de sus brazos-¡Jodido mocoso precoz! ¿Me dirás quién es la desdichada?

Katsuki rodó los ojos, incómodo ante la pregunta. Esa jodida bruja ¿Cómo mierda estaba un paso adelante siempre?. Dejó que su madre lo arrastrara a la sala, en dónde su padre se encontraba leyendo un libro y bebiendo té verde, pero lejos de esa imagen pacifista y blanda que Katsuki siempre había visto en su padre... Se preguntaba ahora qué tanto lo haría cuando dijera esas simples palabras, porque realmente nunca lo había visto enojado, siempre era el mediador entre él y su madre, cuando se molestaba tan solo era la seriedad lo que expresaba, no más.

𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐬𝐞 𝐫𝐨𝐦𝐩𝐚 [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora