ᴅᴏʟᴏʀLa señora se voltea hacia mí otra vez con clara preocupación en su rostro. Toma mi brazo con delicadeza, acto seguido, hace leves movimientos con éste, provocando que suelte un gemido de dolor.
—¿Te duele mucho?—pregunta con cierta preocupación.
—No tanto, solo es una pequeña herida— intento sonreír para que no le tome mucha importancia a mi situación. —Ya se me pasará.
Sonríe cálidamente.
—¿Segura?
Asiento. En ese momento siento como una pequeña silueta se asoma detrás de la señora. Es una niña. Me observa desde su lugar, curiosa, mientras en su mano sujeta un caramelo. Es una niña realmente hermosa y, por el gran parecido con la mujer, puedo deducir que se trata de algún familiar. Su cabeza está adornada con hermosos rizos rubios. Sus ojos, igual a los de la señora, son de color esmeralda. Debajo de estos hay una gran oleada de pecas, que cubren gran parte de su rostro. Sus labios se curvan en una sonrisa nerviosa al ver que la observo.
—Yo soy Anna—empieza a decir la mujer. —Ella es mi hija, Abby.
Eli y yo saludamos al unísono a la pequeña.
—Hola—dice Abby, tímida.
Ahora el que se asoma es un chico. Su mirada es similar a la de Anna y Abby. Es alto, mucho más desde mi punto de vista, «el suelo». Viste con una camisa verde, haciendo resaltar el color de sus ojos. Es delgado, pero a plena vista se ve que le dedica tiempo a su cuerpo.
—Hola, yo me llamo Jayden —saluda, pero no deja de tener un semblante preocupado. —¿Te encuentras bien? Menuda caída.
—Sí...—respondo avergonzada.
Mierda, me han visto.
—Y-yo soy Elizabeth —se presenta, nerviosa.
Espera...¿nerviosa? Lo veo y no lo creo.
Elizabeth se pone de pie y estrecha su mano con la de éste. Él sonríe, amable.
—Bonito nombre—mi amiga suelta una risa nerviosa al escucharlo.
— G-Gracias, Jayden—que rápido se ha aprendido el nombre —el tuyo también lo es.
Escucho un resoplido, sin embargo, estoy segura de que no ha salido de ninguno de nosotros cinco. Anna se gira hacia la persona causante, pero al instante se pone de pie y me mira de manera dulce.
—Te ayudo a levantarte—extiende su brazo hacia mí para tomar mi mano. Cuando estoy de pie, lo primero que hago es observar el panorama.
Elizabeth se encuentra comiéndose con la mirada a Jayden, mientras éste observa mi pierna derecha y no se da cuenta de cómo lo ve la psicópata de mi amiga. La niña pequeña me mira sin ninguna expresión en su rostro, procurando comer su caramelo y Anna se fija en cada detalle de mí, quizás buscando un hueso roto.
Hago caso omiso a estas cuatro personas y me fijo en el coche que está a unos metros de nosotros. En éste se encuentra un chico, fumando. Él me mira fijamente, soltando humo de su boca. El chico dirige nuevamente el cigarrillo hacia sus labios y, al hacerlo, me percato de sus nudillos. Tienen una pinta terrible, parecen heridos. Trago saliva al ver que su mirada hacia mí se endurece, como si le disgustara que estuviera observándolo.
Desvío la mirada.
—Mi papá me ha dicho que vendrían nuevos vecinos. ¿Son ustedes?—pregunta curiosa Eli.
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RAMÉ ©
Storie d'amoreRamé: "Palabra de origen balinés que se refiere a algo que es caótico y hermoso a la vez". ____________ Ethan Evans es un chico silencioso, calculador y frío. No es un secreto para nadie que su vida, a demás de fiestera, es un misterio. No suele rel...