Capítulo 8: La amenaza en la lejanía

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Lincoln estaba impactado por esa extraña sensación que emergió en el al conocer a la pareja de su hermana Luna, y esto no se debía a que era una relación homosexual, si no que ella provoco en el mismo mal augurio que siempre sentía cuando alguien se cercaba con malas intenciones, Lincoln no podía explicar, pero era como si el pudiera sentir cuando lo malo llegara a su vida.

Al cabo de un la chica rubia del mechón turquesa dejó a los hermanos solos, no sin antes despedirse de Luna con un gran y cariñoso beso, Lincoln pretendió muy bien el estar cómodo en presencia de esa muchacha, pero aun así él podía sentir que algo no estaba bien, pasaron los minutos, recorrieron otras tiendas, se reunieron en el estacionamiento y subieron de vuelta a vanzilla en la cual valiente six shooter permaneció paciente en espera de la familia. Ya con cinturones puestos y con mucha ropa nueva puesta en el maletero del vehículo familiar, los Loud prosiguieron con rumbo directo a su hogar, en la calma de esa burbuja de protección metálica, rodeado de esas personas quienes incondicionalmente trataban de demostrarle todo su cariño, el peliblanco en verdad se sentía feliz.

Llegando a la residencia bajaron sus compras y las hermanas subieron junto con Lincoln para ver como le quedaba toda esa linda ropa nueva, más sin embargo mientras subía por las escaleras y atrasaba el pasillo Lincoln sintió exactamente que alguien lo estaba observando, rápidamente el se volteo y vio que estas miradas provenían del cuarto de Lucy,

-mmm... me pregunto que le pasa a la señorita Lucy- pensó el albino al ver como la gótica se escondió en su cuerdo de inmediato al apenas percatare que Lincoln se dio cuenta de que ella lo espiaba, pasando varias horas después de ese acontecimiento, la hora de cenar había llegado, el señor Loud dio un fuerte grito que se oyó por toda la casa

-¡HORA DE LA CENA!-con este llamado, cual manada de lobos en casería las hija Loud corrieron rápidamente para tomar lugar en la mesa, detrás de ellas en completa calma llega el peliblanco quien estaba realmente sorprendido por ese impulso de salvajismo por parte de sus hermanas, pero de nueva cuenta trato de no darle importancia y bajo a cenar.

-Linky ven te aparte un lugar junto a mi siéntate- dijo Leni sonriéndole a Lincoln mientras que con su mano demostraba el asiento vacío a su lado derecho.

-gracias señorita Leni, se lo agradezco- dijo el albino sentándose teniendo a Leni s su izquierda y a Luna a la derecha.

-en esta ocasión prepare algo especial para el nuevo miembro de la familia-dijo el señor Loud quien salió de la cocina y dejo una enrome cacerola cubierta sobre la mesa.

-gracias padre, pero no debió molestarse- respondió Lincoln con modestia.

-para nada hijo, esta ocasión lo merecía, y ahora sin más retrasos te presento mi famosa "Lynn-saña"- dijo el señor Loud mientras destapo la gran cacerola, demostrando así esa maravillosa obra de arte culinaria. Lincoln al probar esa lasaña quedo fascinado, el sabor, la textura, la conciencia, fue inevitable pedir que le sirvieran otra ración. en su rostro se observo como una pequeña lagrima comenzaba a brotar de sus ojos, el en verdad después de tantos años volvía a sentir la felicidad de una cena con comida casera hecha con cariño de corazón.

-¿te gusto la lasaña que cocino papa rockero?- pregunto Luna al ver el rostro de satisfacción en la cara de Lincoln

-jamás había comido algo tan delicioso- responde el peliblanco

-y espera a que pruebes las bolitas de macarrón con queso- dijo Lana

-y el pastel de chocolate- dijo Lynn

-y las salchichas asadas con puré-dijo Lola

-se los agradezco familia- dijo el albino con una gran sonrisa.

PUPPET MASTERS: Lincoln el gran maestro de las marionetasWhere stories live. Discover now