┋ʏᴏᴜ ᴀʀᴇ sᴏ ᴄᴏᴍᴘʟɪᴄᴀᴛᴇᴅ┋;; 𝐟𝐫𝐞𝐧𝐧𝐢𝐞;

oso molesto.

— ¿Quien es? – suspiró el castaño, mientras revisaba las facturas y cuotas que debía de organizar –

Pero no hubo más que un silencio como respuesta, sin más opcion se levantó de su escritorio para abrir la puerta

y para su no muy grata sorpresa, se encontraba allí de pie aquel pequeño pero temperamental conejito.

— Vaya, si que no paras de sorprenderme conejo – sonrió sarcástico; burlesco volviendo a su asiento indiferente, dejando a bonnie pasar.

— ¿A qué viene eso? – pregunto el menor, sospechando del tono de su superior mientras cerraba la puerta.

El moreno río leve, cerrando sus ojos llevándose una mano a su rostro haciendo un chasquido.

— Bien, ¿por dónde comenzar? – cuestionó; sonriendo a los segundos– oh claro, que te parece que hablemos de la "escenita", de esta tarde, ¡maldito promiscuo! — frunció su ceño el castaño, mientras alzaba su voz

Si bien lo que había sucedido esa tarde le disgusto, más le irritaba la actitud atrevida del conejo últimamente, su conducta irremediable era lo que provocaba principalmente que el oso perdiera los estribos fácilmente.

— ¿!Promiscuo!?, ¡yo nisiquiera tenía en mente acercarme a ella! sin mencionar que ella fue la que me engaño, ¡me había dicho que tenía que cumplir un reto! – se defendió bonnie, algo frustrado.

— ¡Te la pudiste haber quitado de encima!, ¿!Sabes lo peligroso que es esto?! no solo para la imagen de este local, !si no también para el resto de restaurantes bonnie! — continúo gritando el castaño reprochando al conejo, quien notaba como se encogia de hombros.

— !No fue mi culpa que ella me besara entiende! – alzó la voz está vez el conejo, Frunciendo el ceño –

La habitación que antes estaba en completo silencio, se encontraba llena de gritos por parte de ambos.

— ¡beso es beso, conejo! ella era una menor! – se cruzó de brazos Freddy aún sentado sin dejar de gritar

— !Ya te e dicho que lo sé, no era mi intención besarla fue ella quien lo hizo, porque no puedes entenderlo joder! – giro sus ojos el conejo.

Probablemente le toque limpiar los baños después de esta discusión, pero bonnie no iba a parar de defenderse, no dejaria que por culpa de una niña le gritaran injustamente.

— ¡Ya fue suficiente, estoy harto de esta conducta tuya, Yo soy tu jefe y a mi no me hablaras de esa manera! – se levantó de golpe el moreno de su escritorio, acercándose al menor.

Bonnie, consumido y cegado más por el enojó, golpeó la mejilla del oso en una cachetada, reaccionando a los momentos lo que había hecho.

Congelado y muerto por el pánico, abandonó la oficina del mayor rápidamente,temiendo lo peor.

Desde el momento que dejó la oficina, no dejo de correr y temia devolver la mirada hacia atrás para confirmar si lo venían siguiendo.

Al cabo de un rato, más relajado al no haber pillado a Freddy en ningún sitio, abrió la puerta de su dormitorio personal

rogando que mañana sea feriado o que no le quitarán su puesto de trabajo.

Una silueta bastante distinguible se veía sentada en la cama del menor, viéndolo con indiferencia, acercándose silenciosamente agarrándolo por detrás, llevándolo hasta una de las paredes del dormitorio.

— hoy cruzaste tu línea conejo, creo que debería enseñarte algunos modales. – sonrió forzosamente el moreno sujetando las muñecas del menor con enojo, apretando estás.