Prólogo

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Esta historia me la contaban cuando era pequeña y es la explicación de la magia en este mundo. Y tambien porque los humanos hemos acabado así.
Se cuenta que hace muchos años, en La Tierra vivían numerosas criaturas, todas aportaban algo al ecosistema y convivían unas con otras.
Con el tiempo la más inteligentes se fueron agrupando en especies y reinaron sobre La Tierra.
Para celebrar la unión de las especies, el creador nos dió un regalo, una caja.
Una caja que poseía el poder para reinar en La Tierra.
Llegaron a un acuerdo, estas especies vivirían unidas, solo tenían una condición:
La caja esta prohibida, nadie puede desatar su poder y reinar sobre el resto de las razas.
Esta condición fue aceptada y todas las criaturas vivieron felices.
Pero la más estúpida y egoísta de las especies no estaba de acuerdo, tenía ansias de poder, no podía quedarse satisfecha siendo una más, no, esta tenía que ser la mejor, superar al resto.
Nosotros, los ahora llamados humanos, rompimos la única regla que nos permitía a todos vivir como iguales, como ignorantes que somos no pudimos ver que era una derrota segura.
Si, obtuvimos el poder y gobernamos durante unos años, pero el resto de criaturas hartas de nuestro abuso de poder, se aliaron, a pesar de tener todo el poder del mundo, fuimos derrotados por esa unión.
Nos quitaron el poder que habíamos robado y nos impusieron un castigo.
El poder fue repartido equitativamente entre el resto de razas pero la humanidad, ahora, la especie más débil, debe vivir como esclavos para el resto de criaturas, para toda la eternidad.
Este es el castigo que debemos pagar los humanos, por la culpa de unos pocos estúpidos que quisieron hacerse con el poder.
Y es por eso que yo, una humana, estoy siendo vendida en una subasta como esclava.
Y es aquí cuando comienza mi historia.

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